Chile - La Polar… y la especulación

Posted by Correo Semanal on martes, junio 14, 2011

La Polar… y la especulación, uno de los
motores del sistema capitalista mundial
El miércoles 8 de junio la cotización de las acciones de La Polar llegaba  a un
precio de $ 3.459. El jueves  en la mañana se cotizaba en $1.890, y al finalizar
la jornada su valor era de $1.449. Su valor libro era de $1.426, esto reflejaba lo
que eran sus activos. El 13 de junio la SSV suspendía las transacciones de La
Polar y se constituía  en las oficinas de la empresa. El  mismo día el Ministerio
de  Hacienda,  encabezado  por  Felipe  Larraín  llamaba  a  una  nueva  reunión
extraordinaria  del  Comité  de  Mercado  de  Capitales  para  analizar  los  efectos
sobre el sistema financiero de la situación de la empresa La Polar.
Era    la  segunda  vez  que  Hacienda  llamaba  a  reunión  extraordinaria  por  este
tema,  ya  que  el  viernes  10  fue  el  primer  encuentro  del  comité  que  reunió  a
representantes  de  las  superintendencias  de  Bancos,  Valores  y  Seguros,  y
Pensiones, además del coordinador de Mercado de Capitales del Ministerio de
Hacienda  y  un  representante  del  Banco  Central.  En  esa  ocasión,  Larraín  dijo
que  con  la información  disponible  a  esa  fecha  los  efectos  eran limitados  y  no
ponían  en  riesgo  la  solvencia  o  la  liquidez  del  mercado  de  capitales  o  de  la
banca,  la  seguridad  de  los  fondos  de  pensiones,  ni  el  normal  funcionamiento
del sistema de pagos.
Por  otra  parte  el  Banco  de  Chile,  en  su  calidad  de  representante  de  los
tenedores de bonos series C, D y E de La Polar, llamó a una junta para analizar
la situación de la empresa de retail, la que se realizará el 29 de junio.
“En  la  ocasión  se  informará  a  los  tenedores  de  bonos  sobre  los
problemas en el negocio financiero de la firma dados a conocer la semana
pasada “y las eventuales  implicancias  que  puedan  tener  en  el  íntegro  y
oportuno  cumplimiento  de  todas  y  cada  una  de  las  obligaciones  que  ha
asumido el emisor respecto a la emisión antes singularizada”, señaló  el
Banco de Chile.
La  Prensa,  analistas,  economistas  y  autoridades  de  gobierno,  hablan  de
irregularidades, de negligencias, de falta de control.
 "Creemos  que  el  tema debe  investigarse  a fondo,  determinando  y  castigando
cualquier  irregularidad  o  negligencia  que  se  compruebe,  por  parte  de  quienes
están llamados a prevenir, pero al mismo tiempo pedimos que no se demonice
a un sector que ha sido vital para el desarrollo del país", (Peter Hill, presidente
de la CCC, 13 de junio)
 Nada nuevo en  este tipo de argumentación. La función  es siempre la misma:
ocultar que lo sucedido en La Polar es la consecuencia directa de la naturaleza
misma de la especulación, que es uno de los motores del funcionamiento de la
economía  capitalista  mundial.  La  Polar,  a  fines  del  año  pasado  llegó  a  valer
US$1.800 millones. Hoy vale US$800 millones. Las AFP eran dueñas de un 24
%.  Es decir, en menos de 6 meses se han esfumado US$ 1.000 millones.
La historia cercana de lo que representa la especulación y como funciona.
El diario francés  Le Monde dice: (26 octubre 2008)

“Las  cifras  dan  vértigo.  Desde  que  comenzó  el  año,  las  grandes  plazas
bursátiles  han  perdido  casi  la  mitad  de  su  capitalización.  Lo  que  significa  que
se han esfumado alrededor de 25 billones de dólares, es decir, casi dos veces
el  producto  interior  bruto  (PIB)  de  los  Estados  Unidos.  Algunas  plazas  han
desaparecido prácticamente del mapa…Todo es inútil. Ni el lanzamiento de
gigantescos  planes  de  rescate  bancario  ni  el  anuncio  de  planes  masivos  de
recuperación    económica  o  los  llamamientos  a  la  calma  de  los  dirigentes
políticos y monetarios consiguen frenar la caída de las Bolsas…La última
esperanza que quedaba, que los países emergentes resistiesen a la crisis está
desvaneciéndose.  En  China,  el  mercado  inmobiliario  da  signos  de  quiebra,  lo
que amenaza con fragilizar todo el sistema bancario. Se multiplican los cierres
de fábricas, al verse las empresas privadas de sus mercados en las empresas
occidentales.  En  Rusia  y  en  todos  los  países  productores  de  petróleo,  los
ingresos  obtenidos  de  las  ventas  de  bruto  se  vienen  abajo  a  medida  que  se
desploma el precio del barril”.

De hecho, las cifras de la especulación alcanzaban en ese momento a sumas
hasta  ahora  desconocidas.  El  vicepresidente  de  la  Comisión  Trilateral  para
Europa indicaba que:

“…en  diciembre    de  2007,  la  capitalización  global    del  conjunto  de  productos
derivados sobrepasa los mil billones de dólares”  (Les  Echos,  3  de  octubre
2008).

 Los  productos  derivados  son  las  creaciones  bancarias  y  de  los  institutos  de
inversiones  basado  en el principio  de  la  especulación.  Pero, ¿de  dónde  salen
esos  cientos  de  billones  de  dólares  que,  no  llegando  a  valorizarse  en  la
producción y venta de mercancías, nutren la especulación y se nutren de ella,
circulando  de  un  extremo  a  otro  del  planeta,  buscando  desesperadamente
medios de valorización que superen la estrechez del mercado?

Esto    no  es  nuevo.    En  el  capítulo  de  El  Capital  titulado:  “Crédito y capital
ficticio”, Marx  cita  a  un  banquero  de  Yorkshire  que,  a  propósito  de las letras
de cambio que circulan en el Banco de Londres, escribe:

“es imposible decidir qué parte de ellas procede de negocios reales, por
ejemplo,  de  compras  y  ventas  efectivas,  y  qué  parte  es  artificial  (fictitious)
formada sólo por letras sin base, que se descuentan simplemente para recoger
otras que se hallan en circulación antes de su vencimiento, creando así capital
ficticio con la emisión de simples medios de circulación”.

Como puede verse, los capitales ficticios que no tienen más existencia que su
constancia  en  el  libro  contable  de  los  banqueros  son  fenómenos  ligados  al
funcionamiento  del  capitalismo.  Como  es  el  caso  de  La  Polar  en  la  cual  se
explica:

“El  reconocimiento  por  parte  de  La  Polar  de  una  gran  sobreestimación  en  el
valor  de  sus  activos,  porque  parte  de  sus  cuentas  por  cobrar  no  serían
recuperables,  y  en  sus  ingresos,  porque  los  intereses  devengados  por  esos
créditos incobrables nunca se transformarían en pagos efectivos…”La Tercera,
11 de junio 2011)

Algunas características de la actual situación

Una crisis de liquidez general de todo el sistema financiero internacional.
Desde  hace  más  de  4  años  ,  los  bancos  centrales  del  mundo  entero,  y  en
primer  lugar  el  banco  central  americano  (FED)  y  el  Banco  central  europeo
(BCE), inyectan cientos de miles de millones en el sistema bancario. Esta crisis
de  confianza  entre  los  actores  financieros,  y  sobre  todo  entre  los  propios
bancos  ha  alcanzado  un  punto  en  el  cual  se  niegan  a  prestarse  dinero  entre
ellos y no aceptan más  moneda que la que proviene de los bancos centrales.
De esta forma los bancos centrales sustituyen totalmente el funcionamiento del
mercado  interbancario.  Esas  inyecciones  de  liquidez  son  préstamos
concedidos por los bancos centrales a los bancos “avalados” por títulos de
garantía. Cuanto más dura la crisis de liquidez, más se degradan la calidad de
estos títulos entregados como garantía por los bancos a los bancos centrales,
presagiando la futura quiebra de la solidez de los propios bancos centrales. Es
necesario  tener  en  cuenta  que  esas  inyecciones  de  liquidez,  préstamo  de
moneda de los bancos centrales a los bancos comerciales, son operaciones de
creación  monetaria,  es  decir  que  los  bancos  centrales,  que  no  tienen  liquidez
alguna,  la  crean  mediante  un  simple  juego  de  apunte  contable.  El  juego
contable  de  los  ejecutivos  de  La  Polar  basado  en  anotaciones  especulativas,
sancionadas por la auditoria forma parte del sistema.

Esta crisis de liquidez a su vez trae consigo una crisis de solvencia.  Que
se generaliza en el seno del sistema financiero y se traduce en una oleada de
quiebras  de  bancos  y  compañías  de  seguros.  En  el  corazón  mismo  del
capitalismo americano, han desaparecido del mapa viejos bancos de negocios
y de inversión, ya sea por quiebra directa, ya sea porque otras instituciones se
hacen  de  ellos,  ya  sea  por  cambiar  de  estatuto  adoptando  el  de  banco  de
depósitos,  único  estatuto  que  permite  gozar  de  préstamos  de  los  bancos
centrales. Estas quiebras en cadena provocan el hundimiento del valor bursátil
de  los  bancos  y  del  conjunto  de  los  actores  financieros,  arrastrando  en  ese
movimiento  a  las  demás  empresas.  Constatamos  que  todos  los  planes  de
recuperación de activos, puesto en práctica,  no han sido suficientes. De allí la
preocupación  del  Ministerio  de  hacienda,  a  pesar  de  sus  discursos  de
tranquilidad.  Ellos  saben  que  lo  sucedido  en  La  Polar  es  de  peso,  porque  su
base  constitutiva  es  la  especulación,  aquella  que  hace  explotar  en  cadena  el
sistema financiero.

De  hecho  la  Bolsa  Ipsa  cerraba  el  13  de  junio  con    un  retroceso  de  1,6% 
arrastrada  por  la  caída  en  las  acciones  de  retail,  en  la  que  destacó  la
suspensión  de  las  operaciones  de  los  títulos  de  La  Polar.  De  seguro  el
Ministerio de Hacienda y el Banco Central preparan  planes de ayuda a las AFP
y las corredoras de inversiones para que rehagan sus fondos, ayuda con dinero
fiscal. Una de las medidas seguramente será la de aumentar la tasa de interés.
El  Grupo  de  Política  Monetaria  (GPM)  recomendó  por  unanimidad  al  Banco
Central subir la tasa de interés en 25 puntos básicos, por lo que ésta se situaría
en  5,25%  tras  la  reunión  que  celebrará  este  martes  el  consejo  de  la  entidad
emisora.

Día a día,  surge la certeza de que nadie se verá a salvo de lo que se avecina.
La  aplicación de  planes  de  disminuir el  déficit  fiscal,  para  asegurar los  fondos
para ir  en  ayuda  de los  especuladores,  combinados  con  planes  de  flexibilidad
laboral, bajada de costos en la producción, devaluación de los salarios, estarán
a la orden del día en la política del gobierno y de las instituciones financieras.

 El  economista  jefe  de  BanChile  Inversiones,  Rodrigo  Aravena,  señala  tres
factores que justificarían el alza de las tasas de interés: 

“Primero,  las  cifras  del  mercado  laboral  dejan  en  evidencia  un  fuerte
crecimiento  tanto  del  empleo  como  de  los  salarios,  lo  cual  está  reafirmando
mayores  presiones  de  costos.  Segundo,  la  demanda  interna  continúa
experimentando  un  fuerte  dinamismo.  Tercero,  la  desaceleración  en  la
velocidad de alzas de TPM, desde 50 puntos entre marzo y mayo a 25 puntos
en  esta  reunión,  responde  a  aspectos  tácticos  y  comunicacionales,  donde  el
Central  estaría  dejando  entrever  que  estamos  próximos  al  fin  del  proceso  de
normalización.”

El  Grupo  de  Política  Monetaria  (GPM)  sin  ocultar  su  descaro    señaló  que  las
expectativas de inflación para este año han continuado su corrección a la baja.
Sobre el empleo, en tanto, señalaron que los bajos niveles a los que ha llegado
la tasa de desempleo "constituyen un riesgo de transformarse en un detonante
de presiones salariales más allá de lo compatible con los aumentos esperados
de  la  productividad  media  y  marginal  del  trabajo".  (Diario  Financiero,  13  de
junio 2011)
La  situación  coloca  en  el  centro  la  necesidad    de  planes  de  protección  y
defensa  de los intereses de los trabajadores, de la población. También pone al
desnudo  la    completa  y  total  descalificación  de  los  equipos  en  el  poder  y  la
quiebra del sistema económico mismo. Ello exige incorporar en la lucha por las
reivindicaciones la cuestión de otra representación política, que fiel al mandato
de los intereses de la mayoría resuelva sobre las soluciones.

13 junio 2011-06-13

Sixto Iturra