MÉXICO: LA MERCANTILIZACIÓN DEL AMOR Y DE LA AMISTAD
Sean capaces de sentir siempre, en lo más hondo,
cualquier injusticia realizada contra cualquiera,
en cualquier parte del mundo...es la cualidad
más linda de un revolucionario.
cualquier injusticia realizada contra cualquiera,
en cualquier parte del mundo...es la cualidad
más linda de un revolucionario.
Ernesto "Che" Guevara
Fuente: El Trabajo, PT
Si hay una característica que distingue al amor y, por lógica, a la amistad, es la empatía es decir, la capacidad de sentir en carne propia lo que está experimentando el prójimo y es esta capacidad la que, como lo dejó entrever el inolvidable Che Guevara, destaca a un verdadero revolucionario, tal como lo podemos percibir en una de sus reflexiones inmortales y que define la diferencia abismal entre dos maneras de concebir los valores y los sentimientos.
El 14 de febrero, tal como ha ocurrido con el 21 de marzo, el 16 de septiembre, el 10 de mayo, el 20 de noviembre, el 30 de abril, entre muchas otras fechas, poco a poco, a fuerza de la mercantilización de los sentimientos y los valores, ha ido perdiendo su verdadero significado a fuerza de la avasallante propaganda mediática que lo menos que hace es realzar la verdadera razón por la que se suspenden labores y se exhorta, hasta la náusea, a comprar, comprar, comprar. En otras palabras, esta fecha, relacionada desde la antigüedad con el amor y, por extensión, con la amistad, ha devenido en un día en el que los comercios se atestan de consumidores impulsados a demostrar que las únicas formas de celebrar a los padres, a los amigos, a los maestros, a los niños, o el nacimiento de Benito Juárez, el inicio de la revolución de independencia, o la proclamación de nuestra Constitución, es no sólo la suspensión de actividades laborales sino la adquisición de mercancías (perfumes, ropa, boletos de avión para destinos turísticos, etc.).
No sorprende entonces, el hecho de que se haya ido perdiendo el sentido genuino de lo que significa el humanismo, la solidaridad, el amor que debieron sentir, por ejemplo, los héroes que entregaron lo más preciado que poseemos como especie, que es la vida, para la consecución de aspiraciones tan elevadas como son la justicia, la igualdad y el respeto por los derechos de los demás; el sacrificio que día con día realizan padres de familia para el cuidado de sus hijos en un entorno que, a fuerza de esa tendencia privatizadora, mercantilizadora de todo y de todos, se ha transformado en una selva en la que predomina el individualismo bajo el cual va quedando, casi sepultada, la empatía, característica toral del amor y de la amistad.
Ama a tu prójimo como te amas a tí mismo, es la frase que resume la esencia de la filosofía cristiana representada de la manera más pura por la Teología de la Liberación. Ha sido el amor en su forma más nítida, el sentimiento que prevaleció --y sigue prevaleciendo-- en Don Samuel Ruíz y en Don Raúl Vera en su relación con las comunidades indígenas de Chiapas, los mineros de Coahuila y las mujeres violadas de Castaños; ha sido el amor el que ha impulsado a gigantes de nuestra historia como Don Miguel Hidalgo, como Don José María Morelos, como Doña Josefa Ortíz de Domínguez, el Capitán Ignacio Allende y otros participantes en la guerra de independencia; ha sido un amor profundo por la libertad y la justicia el que movió a héroes como Ricardo Flores Magón, Emiliano Zapata y Francisco Villa en la Revolución Mexicana, y a hombres de elevadísima estatura como el Profesor Lucio Cabañas Barrientos en sus acciones de insurgencia contra un sistema depredador y cruel; ha sido el amor el que ha estado detrás de las acciones del Presidente Legítimo de México quien, desde que hizo su aparición en la escena pública, ha mostrado un profundo humanismo y genuina empatía hacia el sufrimiento de millones de mexicanos empobrecidos merced de la inacabable codicia de la mafia que, por décadas, se ha apoderado del país.
Que sea el amor por nosotr@s mism@s y por nuestros prójimos, el que refuerce nuestro diario actuar dentro de un movimiento social cada vez más amplio encaminado a la regeneración no sólo de la República, sino de los valores que son la columna vertebral de sociedades armónicas y esencialmente progresistas.
No sorprende entonces, el hecho de que se haya ido perdiendo el sentido genuino de lo que significa el humanismo, la solidaridad, el amor que debieron sentir, por ejemplo, los héroes que entregaron lo más preciado que poseemos como especie, que es la vida, para la consecución de aspiraciones tan elevadas como son la justicia, la igualdad y el respeto por los derechos de los demás; el sacrificio que día con día realizan padres de familia para el cuidado de sus hijos en un entorno que, a fuerza de esa tendencia privatizadora, mercantilizadora de todo y de todos, se ha transformado en una selva en la que predomina el individualismo bajo el cual va quedando, casi sepultada, la empatía, característica toral del amor y de la amistad.
Ama a tu prójimo como te amas a tí mismo, es la frase que resume la esencia de la filosofía cristiana representada de la manera más pura por la Teología de la Liberación. Ha sido el amor en su forma más nítida, el sentimiento que prevaleció --y sigue prevaleciendo-- en Don Samuel Ruíz y en Don Raúl Vera en su relación con las comunidades indígenas de Chiapas, los mineros de Coahuila y las mujeres violadas de Castaños; ha sido el amor el que ha impulsado a gigantes de nuestra historia como Don Miguel Hidalgo, como Don José María Morelos, como Doña Josefa Ortíz de Domínguez, el Capitán Ignacio Allende y otros participantes en la guerra de independencia; ha sido un amor profundo por la libertad y la justicia el que movió a héroes como Ricardo Flores Magón, Emiliano Zapata y Francisco Villa en la Revolución Mexicana, y a hombres de elevadísima estatura como el Profesor Lucio Cabañas Barrientos en sus acciones de insurgencia contra un sistema depredador y cruel; ha sido el amor el que ha estado detrás de las acciones del Presidente Legítimo de México quien, desde que hizo su aparición en la escena pública, ha mostrado un profundo humanismo y genuina empatía hacia el sufrimiento de millones de mexicanos empobrecidos merced de la inacabable codicia de la mafia que, por décadas, se ha apoderado del país.
Que sea el amor por nosotr@s mism@s y por nuestros prójimos, el que refuerce nuestro diario actuar dentro de un movimiento social cada vez más amplio encaminado a la regeneración no sólo de la República, sino de los valores que son la columna vertebral de sociedades armónicas y esencialmente progresistas.
SÓLO EL PUEBLO PUEDE SALVAR AL PUEBLO
Patricia Barba ÁvilaConsejo Nacional de Comunicadores Ciudadanos, A.C. (CONACC)
Miembro del Tribunal Internacional de Conciencia (TIC) - Foro Social Mundial (FSM)
Miembro del Tribunal Internacional de Conciencia (TIC) - Foro Social Mundial (FSM)
0 Responses to "MÉXICO: LA MERCANTILIZACIÓN DEL AMOR Y DE LA AMISTAD"
Publicar un comentario