Chile - Carta a mis amigos, fin de año

Posted by Correo Semanal on miércoles, enero 05, 2011

Recibido de Francisco Trabol,  ze.pancho@yahoo.es

Una gran amiga, me demandó mi carta de fin de año, me consulto por mis líneas de fin de año.
Creo que no había escrito, por mi lesión del codo, la cual disminuyó la habilidad de mi mano derecha, haciéndome mas dependiente de otros y de mi mano mas torpe, es decir, la izquierda.
Lo interesante es que esta demanda, me abrió, como hacen las buenas amistades, mis posibilidades de reflexionar sobre lo que se está viviendo.

Mi derecha se vio lesionada, disfuncional y poco operativa. Es así que, no me quedó desarrollar mis habilidades del lado izquierdo; curiosamente vinculado a los pensamientos comunistas, socialistas, de ideales políticos ligados a ciertos valores humanos y ciertas visiones de cómo debiera organizarse la vida en común de las comunidades humanas.

La derecha, esta en recuperación.
Curiosamente el lado izquierdo se vincula, a lo femenino, a lo sensible, a lo emotivo, a formas de desarrollo artístico, a capacidades creativas, no racionales o lógicas. Y eso me recuerda, a ciertos aspectos de la vida acá en chile, pues entre bromas y acidez, veo como la derecha se ha vuelto cada vez más inútil y ha mostrado todas sus debilidades en el manejo de la vida y por tanto del gobierno…. De la vida. Por eso empecé a responder, ante la pregunta de cómo va mi lesión, digo: “Reguleque”.

Reguleque, cuando veo la venta de la participación del gobierno en las empresas sanitarias.
Reguleque, cuando leo la orientación de la nueva ley de educación y los semáforos.
Reguleque, cuando escucho que el gobierno compro mediaguas por sobre el valor estándar, a las Empresas, para paliar el déficit de habitabilidad post terremoto.
Reguleque cuando veo que los resúmenes de fin de año, se llenan la boca, con la reconstrucción ficticia, pues según sé, aun esperan a Piñera en concepción, y no para darle el abrazo de año nuevo.
Reguleque cuando esos resúmenes se centran en la teleserie de los mafiosos del fútbol, donde los Corleone se persiguen y matan en cualquier esquina.
Reguleque cuando esos resúmenes aparecen los 33 de la mina, y el circo mediático que se armo.
Reguleque, cuando en esos resúmenes se omiten las desigualdades en la distribución de los ingresos, la injusticia de que los mapuches sean juzgados por leyes dobles, triples y cuádruples, como si sus acciones fueran de otro planeta, y cuando no se hace nada a nivel ciudadano frente al mobbing institucional.

Esto quizás requiera una descripción.
Hace poco supe de una persona que fue cesada de su trabajo en algún organismo público, para ser contratada inmediatamente en otra división, no por amistad, no en una función distinta, no por tener un perfil que se acomodaba al nuevo puesto laboral (de seguro que si lo tenía), no por tener opción política declaradamente diferente o cercana al gobierno, sino sólo porque no tenían a nadie más para el puesto y dejar en claro su calidad de contratada. También supe de otra persona que después de ser cesada, fue reintegrada, a su mismo puesto, con casi la indicación de que debería agradecer la generosidad de la nueva jefatura.

¿Mis conclusiones?, a veces hay personas que necesitan demarcar su poder, mostrando quien es el que manda, quien despide, o quien contrata. Esas necesidades a veces están en todos los espectros del quehacer político, eso no se debe olvidar. Pero las formas hacen la diferencia entre una vasija y un vaso, aunque ambas sean de greda. Y las formas de cesar a personas recuerdan fácilmente a ciertas películas de terror, del holocausto por los nazis o de los cesares ante los esclavos.
Si mi derecha falla, hablando del brazo, es porque mi izquierda se ha hecho dependiente de ella y se ha dejado estar sin desarrollar sus habilidades y fortalezas propias y aquí ya no se si hablo del brazo.

Claro, otro amigo hace años, me dijo que mis escritos casi siempre eran bastante negativos, haciendo el símil del que reparte mierda con ventilador.
Pues bien, haciendo caso de esta crítica, quisiera regalar, tardíamente para el mercado angloparlante, un regalo de fin de año. Un regalo de reyes magos, o de pascua de negros, a mis amigos, a ti Ara querida mujer, a todos los seres queridos que me envuelven, me critican y me hacen buscar mejorar.
Su cariño, su amor, en sus palabras, consejos, críticas, me ha permitido reflejarme en  nuevos espejos en este camino de vida que he escogido.

Ese mismo cariño, que he visto en Quilpue, no sólo en mis ojos amados que esperan gatunos por esos pinos, sino también en una ciudad donde el alcalde apoya a los grupos de esterilización animal, y los perros, esterilizados vagan por las calles, en una sana convivencia con la comunidad.

En los seres queridos de concepción, que como semillas de bosque nativo, crecen pese a los contratiempos, al abandono del gobierno que con su priorización por las mediaguas, ha desdeñado la solución que posibilita la recreación de redes sociales y comunitarias. Pero ellos como buenos árboles sureños siguen creciendo y activando la vida en torno suyo.
Ese mismo cariño que siento de una amiga en Copiapó, que con picardía me cuenta que se casa y dentro de sus palabras veo su corazón acogido por una mullida almohada de esperanza y cariño, lejana al circo del rescate minero.

Con esa alegría que me provocan mis amigos de México, lindo y querido, con sus proyectos, sueños y que pese a que sé que han sufrido caídas, no hacen más que recordarme, que es la mejor forma de aprender a levantarse. Un aprendizaje que el narcotráfico y la corrupción no puede transar en los mercados del Adicto Imperio del Norte.

Con ese abrazo, que me dan en Córdoba y en otros lugares allende de los Andes, un abrazo con olor a mate, a calor de hogar, a sueños de un futuro mejor, de un horizonte más pleno, de que los cambios demoran pero llegan en forma de una hija, de un grupo, de una función o de una música.
Con la admiración  por una amiga, que me da fe, que me hace creer que todo es posible, que aún se puede, y que la vida tiene la placidez y entereza de un risa, de una mirada de bufón, de la solidez de la mascara del arlequín y del vibrar del Birimbao.
Con la hermandad de una camarada que en un bosque de Canadá, crece con sus títeres, su música, su clown y sus sueños con Teatro.
Con todo eso y con el amor incondicional de mi familia y de la historia que acarreamos.

Gracias y espero que este nuevo año se llene de nuevas posibilidades para todos y todas.
Feliz año nuevo 2011.