LOS MITOS: SU IMPLICANCIA EN UNA TÁCTICA Y ESTRATEGIA REVOLUCIONARIAS PARA CHILE.

No sólo nos advirtió el creador del Ejército Rojo, el recordado León Trotsky, sino que toda la Historia de la Humanidad, sobre el peso que tienen los Mitos en el accionar de los Hombres, las Mujeres, las Sociedades y los Estados. Cada formación social tiene sus Mitos, sobre los cuales, de tanto repetirlos, se toman como una verdad absoluta, incuestionable, sin contrapeso, y a partir de los cuales se levantan muchas veces consignas, documentos, elaboraciones, que pretenden dar cuenta de la realidad y a partir de ello, pasar a la transformación. Por lo tanto, los Mitos deben ser considerados a la hora de hacer un análisis de la coyuntura sobre la cual nos corresponde operar.

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Por la extensión de este escrito, no podemos abordar, como sí nos gustaría hacerlo, una cantidad apreciable de Mitos que penden sobre nuestras acciones y pensamientos, cual espada de Damocles. Sólo nos haremos cargo de uno, que hoy por hoy, somete como esclavos a los militantes de toda la izquierda, sea ella Reformista o la, pretendida, Revolucionaria.

EL MITO DEL NEOLIBERALISMO. Desde mediados de la década de los ’80, en nuestro país comienzan a aparecer los que podemos tipificar como “los textos de la derrota”. Ellos, producidos en Chile o en el exilio, empiezan a ocupar la palabreja ‘neoliberal’, ‘neoliberalismo’. Con ese seudo concepto, se intenta caracterizar el modelo económico forjado por la Dictadura Militar, más rigurosamente desde 1975 en adelante. Se indica que uno de los elementos fundamentales de dicho modelo son las privatizaciones. Nadie, absolutamente nadie medianamente informado, puede desconocer cómo se hicieron esas “privatizaciones” (decimos privatizaciones entre comillas, pues no fue un Estado-nacional-y-popular o un Estado-de-todo-el-pueblo, el que privatizó, sino que fue una Dictadura Militar) entre 1973-1990. Para eso, basta con leer aquellos libros donde se da cuenta de la radiografía de la extrema riqueza, es decir, cómo se fraguaron esos traspasos de empresas de todo tipo a los grupos económicos criollos, que luego de 1990 los enajenan a monopolios transnacionales.

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Por otra parte, se desechan aquellos certeros análisis que dan cuenta del verdadero carácter de la Dictadura Militar, esto es, ser la dictadura del capital monopólico-financiero, cuyo bloque en el poder está hegemonizado por la fracción homónima, hasta el minuto.

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Los papagayos, los que se cansaron de pensar y pelear, los que se cansaron de lanzar piedras, repiten hasta la saciedad de que la actual fase del capitalismo, nacional y mundial, recibe el nombre de ‘neoliberalismo’. Y nos referimos a los Reformistas, o Revisionistas al decir de algunos, de tomo y lomo, del Partido Comunista de Chile. Lo podemos leer en cada edición de “El siglo”. Sin embargo, con pena, podemos apreciar que el conjunto de toda la izquierda ocupa el seudo concepto, el artilugio el artefacto ideológico e incluso ha ocurrido una de las más grandes imposturas, que deja pálido a Stalin: EL NEOLIBERALISMO HABRÍA COMENZADO EN CHILE EN LA MISMA TARDE EL 11 DE SEPTIEMBRE DE 1973. O sea, ni siquiera un período de transición. Y en esa tipificación coinciden trotskistas, anarquistas, estalinistas, reformistas, ex guerrilleros, etc., expresados en diversos textos, que podemos leer a diario.
Nos gustaría conocer algún lugar del país, del planeta, del universo, en donde exista la librecompetencia, los precios de equilibrio y un capitalismo que funcione como lo dictan sus teóricos de antaño. Decimos esto, porque el capitalismo chileno es de lo más precario que existe, es una mierda, que te ofrece miles de servicios, caros y de mala calidad. Eso de ‘neoliberal” lo inventaron unos teóricos a principios del siglo XX, ante la catástrofe financiera generada en USA.

“CHILE: EL ROSTRO DEL NEOLIBERALISMO”, es un texto de Eduardo Artés, Primer Secretario del Partido Comunista chileno (Acción Proletaria), del viernes 19 de marzo de 2010, que aparece en “Northstar compass” y al cual se puede acceder en http://www.accionproletaria.com. Es un artículo en donde se resume todo lo que hemos planteado más arriba. De inmediato decir, que curiosamente, coincide, palabra por palabra, con otros textos que podemos leer, de los más diversos grupos, agrupaciones, partidos, colectivos o movimientos. No está demás decir, asimismo, que podemos encontrar el mismo desorden conceptual que hallamos en otras elaboraciones, que más que desorden es la confesión de la confusión, de la falta de estudio, el miedo a generar nuevos análisis, que nos conduzcan a la victoria.

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Artés, comienza con la tesis correcta sobre la actual etapa del MPC: “El proletariado revolucionario entiende que el capitalismo monopolista e imperialista del sistema, el moderno sistema capitalista…”. E incluso antes de concluir el primer párrafo, indica: “Sólo la clase obrera… (puede)…derrocar la violenta sociedad capitalista monopólica y al imperialismo…”
O sea, el primer párrafo es impecable y no podemos tener ninguna contradicción con el Primer Secretario. Sin embargo, cuando pasa al análisis de la formación social chilena, comienza con la cantinela de la palabreja ‘neoliberal’, ‘neoliberalismo’. Señala que el terremoto, dejó en evidencia la versión ‘neoliberal’, impuesta en Chile ¡HACE CUATRO DÉCADAS! Que interesante sería poder leer la caracterización realizada por los verdaderos y genuinos estalinistas de Chile, luego del golpe militar de 1973.

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Podríamos seguir analizando el artículo, pero no es más que la repetición incesante de lo ocurrido después del terremoto-maremoto, en donde lo único que cambia es la repetición incansable de que todo lo que ocurre en nuestro país es obra y gracia del sistema ‘neoliberal’, del modelo ‘neoliberal’, del ‘neoliberalismo’. Ese tipo de análisis, tiene su nombre: Es la Historia, según la nariz de Cleopatra. Es decir, las legiones romanas iban a morir a Egipto a causa de la hermosa nariz de la hermosa mujer. Ese tipo de “análisis” era el que realizaba el Reformismo, aquí en este terruño, entre 1973-1990, o sea, todo lo que ocurría era a causa del Dictador. Es el mismo análisis de los otros comunistas, los social-revisionistas, los falsos estalinistas, al decir, de los verdaderos estalinistas del PC-AP.

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Lo anterior, no se basa en “un análisis correcto del marxismo-leninismo, de la línea justa y correcta” como dirían los antiguos. No es más que juntar información y ponerle el mote de ‘neoliberal’, ‘neoliberalismo’. ¿Contra qué luchamos? Contra el ‘neoliberalismo’ o EN CONTRA DEL CAPITALISMO EN SU SEGUNDA FASE IMPERIALISTA.
Debemos tener claro contra quiénes combatimos, de lo contrario la cosa sería muy fácil: ¡SE DEBE GENERAR UN FRENTE ANTINEOLIBERAL y ya! Y EN ESE FRENTE ANTINEOLIBERAL, PODRÍAN PARTICIPAR DESDE LOS FLAGELANTES DE LA CONCERTACIÓN HASTA SECTORES REVOLUCIONARIOS, PUES TODOS REPITEN QUE DEBEMOS DERROTAR AL NEOLIBERALISMO.

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¿POR QUÉ NO SE CREA UN FRENTE ANTINEOLIBERAL, ENTONCES?
La idea al parecer no es nada del otro mundo y podemos afirmar que quienes quieren posar como luchadores internacionalistas, no son más que Reformistas de viejo cuño, pues de puño y letra del Primer Secretario, podemos leer en el primer párrafo: “Sólo la clase obrera internacional…puede derrocar…la sociedad capitalista monopólica y al imperialismo, A TRAVÉS DE LA ETAPA DEMOCRÁTICA NACIONAL Y EN LA ETAPA SOCIALISTA DE LA REVOLUCIÓN” (mayúsculas, nuestras). Ese mito de la revolución por etapas, esa joda Reformista, es lo que iguala a ambos PC criollos, además del otro mito de la palabreja ‘neoliberal’.
COLECTIVO ACCIÓN DIRECTA.