Chile - Carlos Muñoz “uno de los nuestros”, ha muerto.
Correo SR.
Carlos Muñoz perteneció a la generación de jóvenes chilenos que se unió a la lucha por la revolución popular y socialista, en los años 60. Inicialmente trabajó impulsando PLA (Prensa Latinoamericana), la editorial vinculada a la izquierda del PS, y militó en la VMR (Vanguardia Marxista Revolucionaria), y participó en el trabajo de edición de El Rebelde, que en aquella época era el periódico de la VMR. Más tarde, cuando el grueso de la VMR confluyó con el POR, y otros grupos que provenían de las juventudes comunistas y socialistas en la fundación del MIR, Carlos con un grupo minoritario de la VMR se unió al Partido Comunista Revolucionario (PCR), la fracción comunista chilena que en la polémica chino-soviética de los años 60 apoyó la orientación maoísta.
En el PCR tuvo una actividad militante abnegada, y en diversos campos, pero una vez más fue en su labor en los medios impresos donde destacó, aquí le tocó participar en la edición de El Pueblo, el periódico del PCR, en Causa M-L, la revista teórica del partido, y también en la edición de la revista juvenil Espartaco.
Tras el golpe de estado, Carlos encontró asilo en la República Popular China, donde tuvo algunos conflictos con burócratas, debido a sus críticas a la política de China frente a la dictadura de Pinochet (Hay que recordar que China, en consonancia con el giro político de hacia la distensión con Estados Unidos, lo que fue conocido como la “diplomacia del pin-pon”, no rompió sus relaciones diplomáticas con Chile, tras el golpe militar). Finalmente Carlos emprendió viaje hacia Europa, y encontró asilo en Francia, donde por algunos años continuo su militancia. En Francia continúo trabajando profesionalmente en las artes gráficas, y se especializó en diseño, desempañándose en afamadas publicaciones.Tras su vuelta a Chile, Carlos se trabajó por varios años a cargo de la diagramación y diseño gráfico de la edición chilena de Le Monde Diplomatique. Aunque, en la última etapa de su vida, pasó momentos personales y de salud difíciles, y no era ya el activo militante que conocimos antes, jamás hizo las pases con el capitalismo, ni renegó de los ideales que lo llevaron desde su juventud a comprometerse en la lucha por el socialismo revolucionario.
Carlos Muñoz perteneció a la generación de jóvenes chilenos que se unió a la lucha por la revolución popular y socialista, en los años 60. Inicialmente trabajó impulsando PLA (Prensa Latinoamericana), la editorial vinculada a la izquierda del PS, y militó en la VMR (Vanguardia Marxista Revolucionaria), y participó en el trabajo de edición de El Rebelde, que en aquella época era el periódico de la VMR. Más tarde, cuando el grueso de la VMR confluyó con el POR, y otros grupos que provenían de las juventudes comunistas y socialistas en la fundación del MIR, Carlos con un grupo minoritario de la VMR se unió al Partido Comunista Revolucionario (PCR), la fracción comunista chilena que en la polémica chino-soviética de los años 60 apoyó la orientación maoísta.
En el PCR tuvo una actividad militante abnegada, y en diversos campos, pero una vez más fue en su labor en los medios impresos donde destacó, aquí le tocó participar en la edición de El Pueblo, el periódico del PCR, en Causa M-L, la revista teórica del partido, y también en la edición de la revista juvenil Espartaco.
Tras el golpe de estado, Carlos encontró asilo en la República Popular China, donde tuvo algunos conflictos con burócratas, debido a sus críticas a la política de China frente a la dictadura de Pinochet (Hay que recordar que China, en consonancia con el giro político de hacia la distensión con Estados Unidos, lo que fue conocido como la “diplomacia del pin-pon”, no rompió sus relaciones diplomáticas con Chile, tras el golpe militar). Finalmente Carlos emprendió viaje hacia Europa, y encontró asilo en Francia, donde por algunos años continuo su militancia. En Francia continúo trabajando profesionalmente en las artes gráficas, y se especializó en diseño, desempañándose en afamadas publicaciones.Tras su vuelta a Chile, Carlos se trabajó por varios años a cargo de la diagramación y diseño gráfico de la edición chilena de Le Monde Diplomatique. Aunque, en la última etapa de su vida, pasó momentos personales y de salud difíciles, y no era ya el activo militante que conocimos antes, jamás hizo las pases con el capitalismo, ni renegó de los ideales que lo llevaron desde su juventud a comprometerse en la lucha por el socialismo revolucionario.
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A continuación el comunicado que hemos recibido de la revista Le Monde Diplomatique, sobre la muerte del compañero Carlos Muñoz:
A continuación el comunicado que hemos recibido de la revista Le Monde Diplomatique, sobre la muerte del compañero Carlos Muñoz:
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A todos nuestros lectores y lectoras informamos que Carlos Muñoz Baeza, miembro del equipo de Le Monde Diplomatique desde su fundación, falleció el pasado 6 de julio, a los 63 años, en Australia, donde se encontraba visitando a su hermana Olga.
Carlos Muñoz abrazó desde joven la lucha por un mundo mejor, apoyando siempre las causas por más justicia y libertad. Vivió su exilio primero en China y luego en Francia.Recordaremos a Carlos por sus grandes cualidades personales, su sensibilidad y su amistad. El equipo de Le Monde Diplomatique le rinde un sentido homenaje y enviamos toda nuestra fuerza y cariño a su familia y amigos. Amigo fiel de sus amigos, que hoy lo recuerdan con ternura y emoción, convencidos que Carlos vivió de acuerdo a sus principios, sin jamás traicionarlos, sabiendo que su ausencia física nos pesará, pero que se queda para siempre con nosotros.
Sus amigos recordarán su memoria el miércoles 28 de julio a las 18 horas en Le Monde Diplomatique, San Antonio 434, Santiago.
A todos nuestros lectores y lectoras informamos que Carlos Muñoz Baeza, miembro del equipo de Le Monde Diplomatique desde su fundación, falleció el pasado 6 de julio, a los 63 años, en Australia, donde se encontraba visitando a su hermana Olga.
Carlos Muñoz abrazó desde joven la lucha por un mundo mejor, apoyando siempre las causas por más justicia y libertad. Vivió su exilio primero en China y luego en Francia.Recordaremos a Carlos por sus grandes cualidades personales, su sensibilidad y su amistad. El equipo de Le Monde Diplomatique le rinde un sentido homenaje y enviamos toda nuestra fuerza y cariño a su familia y amigos. Amigo fiel de sus amigos, que hoy lo recuerdan con ternura y emoción, convencidos que Carlos vivió de acuerdo a sus principios, sin jamás traicionarlos, sabiendo que su ausencia física nos pesará, pero que se queda para siempre con nosotros.
Sus amigos recordarán su memoria el miércoles 28 de julio a las 18 horas en Le Monde Diplomatique, San Antonio 434, Santiago.
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