Grecia: Acosado por las deudas, el gobierno necesita 45.000 millones de euros

Posted by Correo Semanal on lunes, abril 26, 2010


Idafe Martín, Bruselas
El Clarín


El gobierno griego, contra las cuerdas por su inestable situación financiera, pidió ayer oficialmente la activación del plan de rescate prometido por la Unión Europea y el FMI. Los préstamos serían 30.000 millones de euros de la UE al 5% y 15.000 millones del FMI al 2,73%. Atenas aseguraba hasta el jueves que no tenía previsto pedir los préstamos, al menos, hasta mediados de mayo.


La deuda griega ya pasó de los 300.000 millones de euros, 30.000 millones de los cuales debe devolver antes de finales de año después de haber reducido los reembolsos de este año vendiendo bonos en los mercados internacionales.


Pero a unas tasas insostenibles, que ayer llegaron a pasar del 8,5% para los bonos a diez años, más de cinco puntos por encima de los bonos alemanes, los de referencia en Europa. El déficit público griego alcanza el 13,6% después de la última revisión hecha el jueves por la Comisión Europea.


El primer ministro griego, Yorgos Papandreu –que llegó al poder en diciembre y no ha tenido un respiro– hizo el anuncio en directo por televisión. A sus ciudadanos, que protestan desde hace meses por los recortes de salarios y pensiones y las subidas de impuestos, les dijo que "la activación del mecanismo es una necesidad nacional, y por esta razón he dado la orden al ministro de Finanzas de llevar a cabo todas las acciones necesarias".

Esas órdenes se concretaron en una carta enviada por el titular de Economía, Yorgos Papaconstantinou, a la Comisión Europea y al Banco Central Europeo (BCE), en la que pedía, "de acuerdo con las conclusiones" de la cumbre europea del 25 de marzo, "la activación del mecanismo de apoyo".


Papandreu añadió en su intervención televisada que "nuestros socios harán lo necesario para ofrecernos un puerto seguro que permita poner nuestra nave a flote y enviar a los mercados el mensaje de que la UE no juega y protege el euro"

El FMI respondió a las pocas horas. En un comunicado, su director general, Dominique Strauss–Kahn, dijo que estaba preparado "para reaccionar rápidamente" y recordó que ya hay una delegación de la UE y el FMI negociando en Atenas.


Faltaba la reacción alemana y Angela Merkel no defraudó a sus admiradores. La jefa del gobierno alemán –que en esta crisis se ha convertido en "Frau Nein" (la Señora No)– aseguró ayer que Grecia no tendrá ayuda "si la estabilidad del euro no está amenazada".


Además, exigió al gobierno griego que presente "un programa de ahorro creíble". Mientras el resto de la UE reaccionaba asegurando que Grecia tendría los préstamos, Merkel –presionada por unas elecciones regionales el 9 de mayo en las que su coalición podría perder la mayoría en la Cámara Alta– anunció sus condiciones.

Según Reuters, Merkel dijo que "cuando un programa de ahorro sea presentado, la Comisión Europea, el BCE y el FMI deberán determinar si estamos ante una situación en la que se vea amenazada la estabilidad del euro en su conjunto y se impone acordar la ayuda a Grecia".


Merkel también aseguró que había hablado con Papandreu, a quien habría exigido ese nuevo plan de recortes presupuestarios. Alemania sería el primer contribuyente europeo de los préstamos a Grecia, pues le tocaría poner en torno a 8.400 millones de euros de los 30.000 millones que saldrían de los 15 socios de Grecia en el euro. El cálculo se hace a partir de la participación de cada país en el capital del BCE.


La petición griega marca un punto de inflexión para la UE, que deberá demostrar si, además de no parecer ambicionar un papel importante en los asuntos mundiales, al menos sabe mantener su casa en orden.

El acuerdo alcanzado en la última cumbre europea aseguraba que la petición de Grecia debe ser aprobada por la Comisión Europea y el BCE. Además, los 15 países que comparten el euro con Grecia deben dar su visto bueno y Grecia –y ahí se agarra Merkel– debe demostrar que no puede seguir financiándose en los mercados.