Los terremotos son inevitables, pero la cifra de muertos no lo es
El terremoto del 27 de febrero en Chile, el de Haití y desgracias similares se presentan como catástrofes naturales inevitables. Hasta cierto punto, esto es cierto. Sin embargo, esta premisa no toma en consideración la búsqueda deliberada de los beneficios a expensas de la seguridad de los trabajadores y el pueblo. No es una coincidencia que el número de víctimas de los desastres naturales, están claramente relacionados con el grado de su pobreza. La realidad con los terremotos es que matan sólo si se lo permitimos. Ellos son inevitables, pero la cifra de muertos no lo es.
En nuestro país, en un medio donde los terremotos son un hecho de la vida, la naturaleza nos desafía a hacer algo para protegernos a nosotros mismos. Desgraciadamente hoy día nuestras vidas y nuestra seguridad, ha sido entregada al capitalismo. Capitalismo que con la presión inevitable para hacer y ahorrar dinero, y las ambiciones de ganancia de las empresas constructoras de viviendas, para construir de forma rápida, con materiales de mala calidad y métodos de construcción determinados por las fuerzas del mercado, que nos llevan irremediablemente al desastre o a la muerte.
No importa qué tan grave fueran los terremotos, si los edificios estuvieran debidamente construidos, la gran mayoría de la gente podría sobrevivir, pero a los trabajadores y a los más pobres, se les construyen viviendas, escuelas, hospitales, pasarelas y todo tipo de infraestructura, y todo tipo de servicios, cuya norma general es: bajo costo, máxima ganancia. Los inspectores de construcción son persuadidos por los políticos o sobornados por los contratistas ambiciosos a ignorar las violaciones de las normas de seguridad. Incluso, las nuevas viviendas, son construidas en lugares inadecuado o francamente peligrosos, y con fallas estructurales, debido a la mala calidad o recorte de materiales.
En los escombros del terremoto, la división entre ricos y pobres, quedó a la vista. Mientras que las viviendas y construcciones precariamente construidas en los distritos de clase trabajadora, se desplomaban o eran arrasadas por los maremotos, los edificios y las casas de lujo de los barrios ricos resistían sin problemas la violencia de la tierra. Los desastres naturales son inevitables, pero el sistema capitalista y su estado, no utiliza todos los recursos a disposición de la sociedad de una manera lógica y organizada, para satisfacer las necesidades de los afectados. En cambio, utiliza la especulación, la discriminación y la falta de planificación. A luchar por que la reconstrucción no se convierta en una nueva oportunidad de especulación, negociados y corrupción en sociedad con las empresas imperialistas y sus estados, como han sido los casos del tsunami de Indonesia, el huracán Katrina, el terremoto de Haití y muchos otros mas.
TOQUE DE QUEDA: ¿AL SERVICIO DE QUIEN?
El intendente de la Región del Bíobío, Jaime Tohá, y la alcaldesa de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe, decretaron toque de queda en dicha ciudad y Talcahuano. La medida, que rige desde las 21 horas las 6 de la mañana. Van Rysselberghe, justificó el toque de queda, debido a los numerosos casos de saqueos, que han afectado a la ciudad: “Con el caos que hay no es tan sencillo retornar el orden”, pidiendo, además, la llegada de: “mayor contingente policial y militar para evitar pillaje”. Por otro lado Michelle Bachelet decretó estado de emergencia en las regiones del Maule y el Bío Bío, el encargado en esta última será el general Guillermo Ramírez Chovar, comandante de Operaciones Terrestres del Ejército.
Evidentemente la mayoría de la población de la VIII Región pide agua, electricidad, telecomunicaciones, transporte y antes que nada alimentos, viviendas seguras a pruebas de terremotos y seguridad. Los supermercados, han preferido que se le pudran los alimentos en vez de distribuirlos a las masas populares. Las preguntas que tenemos que hacernos son: El modelo de seguridad ciudadana, mediante un toque de queda, ¿Coincide con las necesidades de seguridad y democracia que anhela el conjunto del pueblo y los trabajadores que han sufrido uno de los peores terremotos?, ¿Seguridad para quienes?, ¿Al servicio de qué intereses? ¿A quien sirve el toque de queda? La respuesta es simple, la idea de imponer un toque de queda, es otorgarle seguridad a la propiedad privada. Seguridad al burgués para explotar al obrero. Facilitar al nuevo gobierno que asume en marzo, normas de excepción, volviendo a la práctica del viejo estado de sitio, con sus secuelas de arbitrariedades, recortes de libertades, represión y deformación de varias instancias que puedan ser usadas para controlar, reprimir y someter a los trabajadores y el pueblo empobrecido. Bachelet y Piñera no solo defienden a muerte la propiedad privada, al instaurar el toque de queda, abren el camino para que en momentos de crisis, ya sea terremotos, tsunamis, huelgas, protestas, etc., el control de los trabajadores y el pueblo pase a manos de las fuerzas armadas.
Los socialistas estamos por la defensa irrestricta de las libertades democráticas, estamos contra toda instauración de toque de queda, y restricciones similares. Es parte de nuestra lucha. Luchamos por defender los derechos democráticos, por que al hacerlo, estamos defendiendo la existencia misma del movimiento obrero y su capacidad para llevar adelante la lucha de clases. Defendemos el derecho a protestar, a marchar, a defendernos de la represión – autodefensa no es ofensa. Por el derecho a huelga, libertad de palabra y reunión sin previo aviso, entre otras libertades democráticas. Al mismo tiempo que exigimos la eliminación de todos los elementos antidemocráticos que hay en las constituciones, como los decretos de toques de queda, estados de emergencia, estados de sitio, etc. El gobierno de la Bachelet, cedió graciosamente frente a las presiones de Piñera, para instaurar el toque de queda en Concepción y Talcahuano. Piñera, ha seguido la línea de Ivan Moreira, quien lo ha pedido con motivo para frenar las manifestaciones del 11 de Septiembre. Ahora Bachelet, le prepara el camino al nuevo gobierno, para que pueda hacer uso y abuso de esa disposición que los dirigentes de la Alianza, apoyaron fervientemente durante la dictadura pinochetista.
GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES, PLANIFICACION SOCIALISTA DEMOCRATICA
El nivel de necesidad expuesta por el terremoto, demuestra que la generosidad humanitaria, por admirable y necesarias, no es una solución a largo plazo. La emoción no es un sustituto para la política. Cada catástrofe revela en detalle el sufrimiento estructural de los más pobres, que son las víctimas cotidianas de la distribución desigual e injusta de la riqueza del mundo. La cuestión central es ir más lejos que el humanitarismo. Las catástrofes son momentos donde podemos cuestionar el orden capitalista y comenzar a buscar una forma alternativa de sociedad. Siendo la socialista la única alternativa coherente y viable al capitalismo. Si de verdad queremos reducir la destrucción causada por los desastres naturales, debemos buscar soluciones permanentes, incluyendo la lucha por un gobierno de los trabajadores.
La catástrofe producida por el terremoto, pone de relieve la necesidad de la planificación económica socialista. Los recursos naturales y los medios de producción, deben tomarse de las manos de las corporaciones multinacionales, los bancos y la oligarquía nacional, nacionalizándolos bajo el control democrático de los trabajadores. Sólo entonces las necesidades de la inmensa mayoría del país pueden ser satisfechas, y el medio ambiente protegido para las generaciones futuras.
La sociedad de clases y el capitalismo son mayoritariamente responsables de la existencia precaria de la población. El capitalismo no toma en cuenta y no se prepara para controlar los daños causados por los fenómenos naturales. El terremoto del 27 de febrero, debe ser visto como una llamada brutal de atención para todos aquellos que quieren cambiar el mundo. Involucrarse en la lucha por una sociedad socialista y una sociedad global verdaderamente internacionalista.
La construcción de un partido y un programa para romper el dominio de las grandes empresas sobre nuestras vidas no puede ser postergada. El control de la propiedad y del estado, y la utilización de todos los recursos humanos y naturales es la única manera de avanzar. Contra el caos del capitalismo, ponemos como alternativa la planificación llevada a cabo por comités de los trabajadores y los pobres elegidos democráticamente en todos los niveles de la sociedad. O sea por una sociedad verdaderamente socialista como la única manera de proporcionar la máxima protección a las grandes mayorías, protegiéndolo de todas las formas de desastres y el desarrollo de una sociedad de armonía y cooperación que termine con la pobreza y el hambre para siempre.
En nuestro país, en un medio donde los terremotos son un hecho de la vida, la naturaleza nos desafía a hacer algo para protegernos a nosotros mismos. Desgraciadamente hoy día nuestras vidas y nuestra seguridad, ha sido entregada al capitalismo. Capitalismo que con la presión inevitable para hacer y ahorrar dinero, y las ambiciones de ganancia de las empresas constructoras de viviendas, para construir de forma rápida, con materiales de mala calidad y métodos de construcción determinados por las fuerzas del mercado, que nos llevan irremediablemente al desastre o a la muerte.
No importa qué tan grave fueran los terremotos, si los edificios estuvieran debidamente construidos, la gran mayoría de la gente podría sobrevivir, pero a los trabajadores y a los más pobres, se les construyen viviendas, escuelas, hospitales, pasarelas y todo tipo de infraestructura, y todo tipo de servicios, cuya norma general es: bajo costo, máxima ganancia. Los inspectores de construcción son persuadidos por los políticos o sobornados por los contratistas ambiciosos a ignorar las violaciones de las normas de seguridad. Incluso, las nuevas viviendas, son construidas en lugares inadecuado o francamente peligrosos, y con fallas estructurales, debido a la mala calidad o recorte de materiales.
En los escombros del terremoto, la división entre ricos y pobres, quedó a la vista. Mientras que las viviendas y construcciones precariamente construidas en los distritos de clase trabajadora, se desplomaban o eran arrasadas por los maremotos, los edificios y las casas de lujo de los barrios ricos resistían sin problemas la violencia de la tierra. Los desastres naturales son inevitables, pero el sistema capitalista y su estado, no utiliza todos los recursos a disposición de la sociedad de una manera lógica y organizada, para satisfacer las necesidades de los afectados. En cambio, utiliza la especulación, la discriminación y la falta de planificación. A luchar por que la reconstrucción no se convierta en una nueva oportunidad de especulación, negociados y corrupción en sociedad con las empresas imperialistas y sus estados, como han sido los casos del tsunami de Indonesia, el huracán Katrina, el terremoto de Haití y muchos otros mas.
TOQUE DE QUEDA: ¿AL SERVICIO DE QUIEN?
El intendente de la Región del Bíobío, Jaime Tohá, y la alcaldesa de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe, decretaron toque de queda en dicha ciudad y Talcahuano. La medida, que rige desde las 21 horas las 6 de la mañana. Van Rysselberghe, justificó el toque de queda, debido a los numerosos casos de saqueos, que han afectado a la ciudad: “Con el caos que hay no es tan sencillo retornar el orden”, pidiendo, además, la llegada de: “mayor contingente policial y militar para evitar pillaje”. Por otro lado Michelle Bachelet decretó estado de emergencia en las regiones del Maule y el Bío Bío, el encargado en esta última será el general Guillermo Ramírez Chovar, comandante de Operaciones Terrestres del Ejército.
Evidentemente la mayoría de la población de la VIII Región pide agua, electricidad, telecomunicaciones, transporte y antes que nada alimentos, viviendas seguras a pruebas de terremotos y seguridad. Los supermercados, han preferido que se le pudran los alimentos en vez de distribuirlos a las masas populares. Las preguntas que tenemos que hacernos son: El modelo de seguridad ciudadana, mediante un toque de queda, ¿Coincide con las necesidades de seguridad y democracia que anhela el conjunto del pueblo y los trabajadores que han sufrido uno de los peores terremotos?, ¿Seguridad para quienes?, ¿Al servicio de qué intereses? ¿A quien sirve el toque de queda? La respuesta es simple, la idea de imponer un toque de queda, es otorgarle seguridad a la propiedad privada. Seguridad al burgués para explotar al obrero. Facilitar al nuevo gobierno que asume en marzo, normas de excepción, volviendo a la práctica del viejo estado de sitio, con sus secuelas de arbitrariedades, recortes de libertades, represión y deformación de varias instancias que puedan ser usadas para controlar, reprimir y someter a los trabajadores y el pueblo empobrecido. Bachelet y Piñera no solo defienden a muerte la propiedad privada, al instaurar el toque de queda, abren el camino para que en momentos de crisis, ya sea terremotos, tsunamis, huelgas, protestas, etc., el control de los trabajadores y el pueblo pase a manos de las fuerzas armadas.
Los socialistas estamos por la defensa irrestricta de las libertades democráticas, estamos contra toda instauración de toque de queda, y restricciones similares. Es parte de nuestra lucha. Luchamos por defender los derechos democráticos, por que al hacerlo, estamos defendiendo la existencia misma del movimiento obrero y su capacidad para llevar adelante la lucha de clases. Defendemos el derecho a protestar, a marchar, a defendernos de la represión – autodefensa no es ofensa. Por el derecho a huelga, libertad de palabra y reunión sin previo aviso, entre otras libertades democráticas. Al mismo tiempo que exigimos la eliminación de todos los elementos antidemocráticos que hay en las constituciones, como los decretos de toques de queda, estados de emergencia, estados de sitio, etc. El gobierno de la Bachelet, cedió graciosamente frente a las presiones de Piñera, para instaurar el toque de queda en Concepción y Talcahuano. Piñera, ha seguido la línea de Ivan Moreira, quien lo ha pedido con motivo para frenar las manifestaciones del 11 de Septiembre. Ahora Bachelet, le prepara el camino al nuevo gobierno, para que pueda hacer uso y abuso de esa disposición que los dirigentes de la Alianza, apoyaron fervientemente durante la dictadura pinochetista.
GOBIERNO DE LOS TRABAJADORES, PLANIFICACION SOCIALISTA DEMOCRATICA
El nivel de necesidad expuesta por el terremoto, demuestra que la generosidad humanitaria, por admirable y necesarias, no es una solución a largo plazo. La emoción no es un sustituto para la política. Cada catástrofe revela en detalle el sufrimiento estructural de los más pobres, que son las víctimas cotidianas de la distribución desigual e injusta de la riqueza del mundo. La cuestión central es ir más lejos que el humanitarismo. Las catástrofes son momentos donde podemos cuestionar el orden capitalista y comenzar a buscar una forma alternativa de sociedad. Siendo la socialista la única alternativa coherente y viable al capitalismo. Si de verdad queremos reducir la destrucción causada por los desastres naturales, debemos buscar soluciones permanentes, incluyendo la lucha por un gobierno de los trabajadores.
La catástrofe producida por el terremoto, pone de relieve la necesidad de la planificación económica socialista. Los recursos naturales y los medios de producción, deben tomarse de las manos de las corporaciones multinacionales, los bancos y la oligarquía nacional, nacionalizándolos bajo el control democrático de los trabajadores. Sólo entonces las necesidades de la inmensa mayoría del país pueden ser satisfechas, y el medio ambiente protegido para las generaciones futuras.
La sociedad de clases y el capitalismo son mayoritariamente responsables de la existencia precaria de la población. El capitalismo no toma en cuenta y no se prepara para controlar los daños causados por los fenómenos naturales. El terremoto del 27 de febrero, debe ser visto como una llamada brutal de atención para todos aquellos que quieren cambiar el mundo. Involucrarse en la lucha por una sociedad socialista y una sociedad global verdaderamente internacionalista.
La construcción de un partido y un programa para romper el dominio de las grandes empresas sobre nuestras vidas no puede ser postergada. El control de la propiedad y del estado, y la utilización de todos los recursos humanos y naturales es la única manera de avanzar. Contra el caos del capitalismo, ponemos como alternativa la planificación llevada a cabo por comités de los trabajadores y los pobres elegidos democráticamente en todos los niveles de la sociedad. O sea por una sociedad verdaderamente socialista como la única manera de proporcionar la máxima protección a las grandes mayorías, protegiéndolo de todas las formas de desastres y el desarrollo de una sociedad de armonía y cooperación que termine con la pobreza y el hambre para siempre.
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Recursos inmediatos para el alivio de desastre del terremoto y la reconstrucción
Nacionalización de todas las grandes cadenas de supermercados, bajo el control de los trabajadores
Control democrático de toda la ayuda y asistencia de emergencia - de rescate, socorro y rehabilitación de las personas afectadas - y los programas de reconstrucción masiva, a través de comités elegidos por los trabajadores, los pobladores, los pescadores, los campesinos y todos los sectores del pueblo afectados por la catástrofe.
Construir vivienda, hospitales, escuelas, carreteras e infraestructura, y otros recursos vitales y los servicios públicos de buena calidad, bajo el control de los usuarios
Plan de reconstrucción de viviendas financiadas por el estado, bajo el control democrático de los trabajadores
Recursos inmediatos para el alivio de desastre del terremoto y la reconstrucción
Nacionalización de todas las grandes cadenas de supermercados, bajo el control de los trabajadores
Control democrático de toda la ayuda y asistencia de emergencia - de rescate, socorro y rehabilitación de las personas afectadas - y los programas de reconstrucción masiva, a través de comités elegidos por los trabajadores, los pobladores, los pescadores, los campesinos y todos los sectores del pueblo afectados por la catástrofe.
Construir vivienda, hospitales, escuelas, carreteras e infraestructura, y otros recursos vitales y los servicios públicos de buena calidad, bajo el control de los usuarios
Plan de reconstrucción de viviendas financiadas por el estado, bajo el control democrático de los trabajadores
Condonar todas las deudas habitacionales
Trabajo y salario digno para todos
Diego Carmoni
Revolución Proletaria
Trabajo y salario digno para todos
Diego Carmoni
Revolución Proletaria
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