Perú - En Defensa de la Universidad Pública

Viene suscitando importante interés el tema referido a la defensa de la universidad publica, ello ha reabierto el debate en torno a este punto lo cual a pesar de aparentar un estancamiento representa un avance en el esclarecimiento sobre el papel que ha jugado la universidad a lo largo básicamente de todo el siglo XX en la vida política, económica y cultural del país.

Para entender el proceso de la universidad peruana debemos de tener en cuenta algunas cuestiones básicas que nos permitan enfocar objetivamente los hechos con el objetivo de aprehender las leyes que rigen su desarrollo. En la universidad se va a expresar también la lucha de los dos caminos en la sociedad peruana contemporánea: el camino burocrático y el camino democrático. El primero es el camino de las clases explotadoras y opresoras, del capitalismo burocrático, del feudalismo y del imperialismo. El segundo es el camino del pueblo, de los explotados y oprimidos, del proletariado como clase dirigente, del campesinado con su reivindicación de tierra para quien la trabaja, de las masas trabajadoras que viven del sudor de su frente; es el camino que busca destruir la explotación del capitalismo burocrático, del feudalismo y la explotación y opresión del imperialismo en nuestro caso principalmente yanqui.

Es así que el camino democrático, el camino del pueblo, también ha bregado y brega en la universidad y toda esta lucha ha tenido como objetivo conquistar, defender y desarrollar el derecho del pueblo a la educación, lucha que está íntimamente ligada y tiene como perspectiva histórica el servir a la transformación revolucionaria de la sociedad peruana.

Se cae en un error cuando se señala solo el papel y los fines que las clases dominantes persiguen en la universidad, resulta hasta lógico que estos busquen sujetar a la universidad para sus propios intereses de clase poniéndola al servicio del orden social imperante. Se enfoca solo este aspecto y se soslaya el papel que el camino democrático ha jugado, el papel del movimiento universitario que en más de 80 años de dura lucha, desde las gloriosa jornadas de la reforma universitaria ha conquistado, mantenido y desarrollado los principios democráticos de la universidad peruana. Ver solo un aspecto, el papel y los fines que persigue el estado, es enfocar las cosas unilateralmente lo cual es contrario a un enfoque dialéctico.

Así, de la universidad feudal que era antes de la reforma universitaria, ha devenido por la acción vigorosa del movimiento universitario y junto al pueblo, en una universidad relativamente autónoma y democrática.

En todo este tiempo, todos los gobiernos guardianes del orden de opresión y explotación semifeudal y semicolonial han atacado con furia estas conquistas buscando barrerlas para siempre; mas todos sus desesperados esfuerzos han obtenido solo victorias temporales. Pues como Mariátegui enfatizaba: “La reacción carece de fuerzas para sojuzgar intelectual y espiritualmente a la juventud. A sus victorias no se les puede atribuir sino; un valor contingente”. A cada agresión antiuniversitaria, ha sucedido un ascenso impetuoso del movimiento universitario, junto a las masas populares, que han logrado elevar a niveles superiores sus conquistas.

Hablar entonces de la defensa de la universidad pública es hablar de la vigencia de los principios democráticos de la universidad peruana, principios validos para toda una etapa histórica mientras no se haya resuelto el problema del carácter semifeudal y semicolonial de la sociedad peruana. Aquí debe verse la relación existente entre la lucha por la defensa de la universidad pública y la lucha por una universidad Nacional, Científica y Democrática. La primera sirve a la segunda y esta solo se creara en medio de la lucha prolongada y surgirá plena y pujante con el triunfo de la revolución democrática nacional en nuestro país. Universidad nacional porque “esta contra la opresión imperialista y por la dignidad e independencia de la nación” además de coadyuvar al proceso de formación de la nación peruana; Científica porque “esta contra toda idea feudal y supersticiosa, y por la búsqueda de la verdad en los hechos, por la verdad objetiva y por la unidad entre la teoría y la práctica”; y democrática porque “es desarrollada por las amplias masas populares”. Así una no se contrapone a la otra y tiene que ver con darle sentido y perspectiva histórica a la actual lucha, lo contrario es sin duda el estilo de cliché en que con frecuencia caen las posiciones revolucionaristas que invocando el uso de fraseología seudorevolucionaria siembran confusión en las filas del pueblo.

Al hablar de la defensa de la universidad no implica que se esté defendiendo lo que las fuerzas reaccionarias han impuesto imposiciones que ha sido tenazmente combatida por el movimiento universitario. El hablar de defender la universidad no quiere decir que por ejemplo se defienda o se esté de acuerdo con el sistema departamentalista, el sistema de prerrequisitos o la semestralización de los ciclos, pretender coger ello como argumento no hace sino mostrar una visión epidérmica y chata de la realidad. En síntesis, hablar de la defensa de la universidad pública es hablar de la vigencia de los principios democráticos de la universidad peruana y hoy cuando el estado prepara una nueva ofensiva contra la universidad a través de la promulgación de una nueva ley universitaria resulta más vigente que nunca que el movimiento universitario enarbole esta bandera de lucha.

Desde los años 19 del siglo pasado, las clases dominantes han intentado mil veces la supresión definitiva de las conquistas de la reforma universitaria, en tal sentido, el movimiento universitario, principalmente el estudiantil, respondió con una posición vigilante por la defensa de tales logros, en lucha que tiene ya más de 80 años. Pugna que se caracteriza por periodos de avances y retrocesos; notándose siempre que al salir de un momento de repliegue, el movimiento y sus conquistas lo hacen a un nivel superior del que se hallaba antes de la ofensiva antidemocrática.

En medio y como producto de esta lucha, la universidad va cobrando sustento, esencia de su ser, en las conquistas de la reforma, estas se han constituido en los principios de la universidad peruana, los cuales desarrollados más tarde por el movimiento universitario, podemos sintetizarlos del siguiente modo:

a) autonomía universitaria;

b) cogobierno;

c)Libertad de cátedra;

d) formación profesional civil, como competencia exclusiva, y la investigación científica como fundamento del quehacer de la universidad;

e) Igualdad de las universidades del país;

f)gratuidad plena de la enseñanza;

g) desarrollo del conocimiento basado en el estudio de la realidad nacional y la practica social;

h)La universidad al servicio del pueblo.

Partiendo de que es una institución perteneciente a la superestructura y más específicamente a la educación, es necesario resolver tres cuestiones importantes:

Primera._ En el proceso de desarrollo de la universidad, los logros del movimiento de reforma universitaria reconocidos e incluidos en la legislación universitaria a los largo de más de 80 años, se han convertido en principios de la universidad peruana, a los que se han venido incrementando algunos como el derecho a la profesionalización exclusiva de la universidad, la participación de los trabajadores en el gobierno de la universidad, etc. Cuya vigencia posibilita la propaganda clasista, el libre análisis político, la lucha ideológica abierta y sobre todo, la difusión de la ideología del proletariado.

Segunda._ si bien la educación en su conjunto refleja el carácter semifeudal y semicolonial de la sociedad, la universidad no tiene el mismo carácter porque como institución no pertenece al régimen de autoridad de la superestructura, a diferencia del estado, la iglesia, etc. Tiene un carácter distinto porque al desarrollar su actividad principalmente en el plano ideológico, refleja con mayor agudeza la lucha de clases y en su seno se desarrolla por lo mismo la lucha entre dos líneas: la línea democrática y la burocrática en la cual la línea democrática ha logrado conquistas que le confieren a la universidad un relativo carácter democrático y autónomo, cuya realidad es posible, porque la superestructura no es reflejo automático y mecánico de la base que la genera sino mantiene relativa independencia de la misma.

Para la tipificación de la universidad peruana, no corresponde de ninguna manera un análisis mecanicista al que están acostumbrados toda suerte de posiciones revolucionaristas pequeñoburguesas – anti proletarias en esencia – que se limitan a señalar el carácter “capitalista”, “semifeudal y semicolonial de la universidad”, “producto de la sociedad”; y que conducen a graves errores teóricos y a un alejamiento de los hechos fuera de la comprensión. Todo lo contrario, asiendo firmemente la concepción científica del mundo, hay que desentrañar la esencia de su desarrollo y situación actual, para poder tener clara su perspectiva.

Tercera._ la universidad peruana cuya vida se ha venido desenvolviendo sobre la base de sus principios democráticos, ha representado una traba para los planes del imperialismo y la reacción en la universidad pues ha permitido el mayor desarrollo de la línea democrática. Es por ello las diversas ofensivas contra la universidad y la destrucción de sus principios, plan que forma parte de los sucesivos y fallidos intentos reaccionarios.