Brasil: PSOL de Porto Alegre acepta "donación" de la multinacional Gerdau

Eduardo Almeida Neto *



El financiamiento de la campaña del Partido Socialismo e Liberdade (PSOL) de Porto Alegre por parte de la Gerdau detonó una crisis que crece cada vez más. Esta gran empresa siderúrgica, hoy multinacional, aportó 100 mil reales (cerca de 60.000 dólares) a la campaña de Luciana Genro a la alcaldía. La dirección municipal del PSOL, con mayoría de la corriente MES (Movimento Esquerda Socialista), la misma de Luciana, votó por la aceptación de la "donación" y la defiende abiertamente.

No estamos delante de un "pequeño error", sino de un hecho que puede marcar una tendencia en el PSOL de conjunto: la dependencia financiera de las grandes empresas.

Felizmente, se abrió una polémica pública, que incluye otras corrientes del PSOL contrarias (como el candidato a la Alcadía de Río de Janeiro, Chico Alencar), y también la crítica de nuestra parte, como del Partido Socialista dos Trabalhadores Unificado (PSTU).

Otro hecho de enorme gravedad se vino a sumar al primero. Como el programa electoral de TV del PSTU de Porto Alegre criticó el financiamiento de la Gerdau, el PSOL recurrió a la Justicia y consiguió, en tiempo record, la suspensión del programa en el mismo día. Hasta hoy, no conocíamos ninguna actitud de este tipo, recurrir a la justicia burguesa para evitar una polémica entre corrientes que se ubican a la izquierda del gobierno Lula.

Defendiendo lo indefendible

La dependencia financiera de las grandes empresas es una forma central de cooptación por parte de la democracia burguesa. Las empresas financian las campañas conscientemente para generar una dependencia financiera que, luego, se volverá también política y programática.

No se puede hablar del "proceso de domesticación de los partidos obreros" sin tomar en cuenta su expresión material, concreta, financiera. ¿Cómo se podría explicar la incorporación de partidos de gran importancia histórica, como la socialdemocracia europea, al orden burgués? ¿Cómo se puede ignorar este tema en la explicación de la tragedia del PT?

Este partido reunió a lo mejor de la vanguardia de las grandes huelgas de la década de 1980 (no alcanzamos nada semejante desde entonces). El PT fue completamente integrado a la democracia burguesa y hoy es el pilar político más importante del gobierno y del régimen. Este cambio hubiera sido imposible sin una explicación material, que incluye el financiamiento de las campañas por parte de las grandes empresas y los altos salarios de los parlamentarios y asesores.

La dirección del MES, sin embargo, no piensa así. Defiende explícitamente la donación y la asume como "un criterio" a ser incorporado por el PSOL. En un texto de respuesta a sus críticos, Roberto Robaina y Pedro Fuentes, dirigentes del MES y del PSOL, dicen: "Es lógico que sería mucho mejor si los trabajadores tuviesen recursos para garantizar el financiamiento de nuestra campaña a partir de sus decisiones soberanas. Pero esta no es la realidad actual. La opción de no aceptar recursos empresariales en ninguna hipótesis, en este marco, sería la de no realizar la campaña con fuerza de masas y con capacidad de disputa". Es decir, según el MES, si el PSOL quiere llevar adelante una lucha electoral de masas, está obligado a aceptar donaciones de grandes empresas como la Gerdau.


Este supuesto "realismo" repite la misma lógica de las respuestas de la dirección del PT en la década de 1990. ¿Vamos a disputar la elección para ganar? Entonces es necesario hacer alianzas con partidos burgueses. ¿Cómo financiar las campañas si son caras? Es preciso aceptar el dinero de la burguesía o "sólo fijaremos posición y no ganaremos".

La democracia burguesa es un juego de cartas marcadas, un camino cerrado para cualquier perspectiva revolucionaria. Aceptar esa estrategia es dejar de lado todos los principios socialistas, comenzando por la independencia de clase. Sólo se puede "ganar" si se abandona la estrategia socialista. El PT, por ejemplo, debe ganar, en 2008, una nueva elección, pero dejó de lado cualquier principio socialista.


La independencia política, según la dirección del MES, estaría garantizada por la cualidad de la dirección del propio MES y del PSOL. Respondiendo a sus críticos, ellos dicen: "En realidad, el problema con los compañeros es que ellos consideran que nuestra estrategia no merece confianza. Están en su derecho. Pero nosotros estamos en nuestro derecho de confiar en nosotros mismos."

Es aquí que el supuesto "realismo" se va aguas abajo. En términos marxistas, la existencia material determina la consciencia. La dependencia financiera de las grandes empresas, inevitablemente, tendrá consecuencias políticas y programáticas. Ignorar esto es dejar de lado todas las lecciones de la degeneración petista. Cuadros más probados y de capacidad intelectual más elevada que la dirección del MES (como demuestra la historia de la socialdemocracia europea y del propio PT) ya se perdieron en ese camino.

En realidad, esta influencia ya está pesando en la propia campaña de Luciana Genro. Ella defiende, por ejemplo, que haya más policía ("más Guardia Municipal") para resolver los problemas de inseguridad en Porto Alegre, afirmando que la ciudad "no puede quedar igual a Río de Janeiro". Luciana está usando y abusando de imágenes y declaraciones de Tarso Genro, su padre y ministro de Justicia de Lula, en su programa electoral en la TV.

El "vale todo" para defender el financiamiento de la Gerdau

Felizmente, la postura de la dirección del MES generó una reacción de otras corrientes del PSOL. Diversos documentos polémicos fueron presentados y la discusión se hizo pública. Chico Alencar dijo al diario "O Estado de S. Paulo" que "fue un error" y que "es una contradicción" que su partido acepte una contribución de la Gerdau para la campaña electoral.

Sin embargo, la dirección del MES no está dispuesta a aceptar el debate sobre su política. El hecho de haber recurrido a la justicia burguesa para retirar del aire el programa de TV del PSTU deja claro el método del "vale todo" para silenciar las críticas.

El MES ya había dejado de lado la independencia de clase al aliarse con el Partido Verde, una organización burguesa y progobierno Lula. Fue más allá aceptando el dinero de una gran empresa. Ahora recurre al Estado burgués para intentar acabar con una polémica entre corrientes del movimiento de masas.

Es hora de revertir ese curso

El PT aceptó el financiamiento de las grandes empresas ya en la década de 1990. Un ejemplo de eso fue una denuncia presentada por César Benjamín en el congreso de 1994. César rompió en seguida con el PT. Volvemos a decir que el financiamiento de la Gerdau puede llevar a una transformación en el PSOL a un ritmo mucho más rápido que el del PT y en una situación política muy diferente.

La dirección del MES presenta una tendencia clara: alianza con partidos burgueses y oficialistas, como el PV; financiamiento de las grandes empresas para tener "capacidad de disputa" electoral; recurso a la justicia burguesa para silenciar las críticas.

Felizmente, existe una reacción contraria de muchos militantes y corrientes del PSOL. Existen también propuestas de una reunión de la dirección nacional del PSOL para rever la posición de Porto Alegre. Esperamos que esta sea la respuesta de la mayoría de este partido.


* Miembro de la dirección nacional del PSTU.
Liga Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional
http://www.litci.org/

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