BOLIVIA: Morales Aplasta a la Derecha en el Referéndum Revocatorio: ¿A Donde Va la Lucha Ahora?
Alternativa Socialista Revolucionaria, CIT en Bolivia.
25 de agosto del 2008.
Pese a lo que dicen los medios de comunicación, el referéndum revocatorio no fue un empate. Evo Morales, el MAS y los movimientos sociales le ganaron a la oposición derechista; de hecho, la aplastaron. El presidente Evo Morales y su vice-presidente Álvaro García Linera fueron ratificados con 67.41% del voto, un incremento de casi 14% sobre el 53.7% con que ganó en las elecciones de 2005. Recibieron más de 50% en 96 de los 112 provincias y Morales aun superó los dos tercios (66.66%), una barrera importante porque la derecha ha intentado frenar los cambios y la nueva constitución con la consigna, “2/3 es democracia”. La participación en la elección fue alta también; 83.33% votaron en la revocatoria.
En lugares tradicionalmente aliados con el MAS—La Paz, Oruro y Potosí—Morales ganó más de 83% y en los departamentos supuestamente contestados—Cochabamba y Chuquisaca—el presidente recibió 70.90% y 53.88% respectivamente. Incluso en la media luna, Morales ganó 52.50% en Pando, 49.83% en Tarija, 43.71% en Beni y en el bastión de la oposición derechista, Santa Cruz, 40.75% votaron a favor de Evo.
El Voto “Si” a Morales: un Voto a Favor del Socialismo, en Contra de la Derecha
La victoria asombrosa no sólo es un mandato del pueblo a Morales. Refleja el deseo verdadero del pueblo por los cambios fundamentales que él pretende encabezar. Los campesinos, indígenas, trabajadores y pobres votaron “Si” porque apoyan la nacionalización completa de los hidrocarburos y quieren más nacionalizaciones. Votaron “Si” porque quieren erradicar el latifundio y distribuir la tierra a las comunidades indígenas y a los campesinos pobres. También, votaron “Si” porque quieren más programas, como el Juancito Pinto y la Renta Dignidad, para asegurar una vida digna a todos los niños, ancianos y pobres. Resumiendo, la gran mayoría voto “Si” porque quieren socialismo.
Ahora, los movimientos sociales tenemos el derecho y la responsabilidad de cumplir con la voluntad del pueblo, expandir y profundizar el proceso de cambio y convertirlo en una verdadera lucha revolucionaria por el socialismo.
Primero, debemos exigir un referéndum sobre la nueva constitución y movilizarnos para aprobarla. Aunque la nueva constitución no es socialista ni revolucionaria, responde a gran parte de las demandas de los movimientos sociales y tiene muchos aspectos socialistas y revolucionarios. Promete, “participación real y vigoroso del Estado y la sociedad en la economía” y “prohíbe y sanciona el latifundio.” También, garantiza “el derecho a la vida y a la integridad, a la alimentación, a la educación, a la salud y a un hábitat y vivienda adecuados” , “al trabajo digno y estable, con remuneración justa.” A los pueblos indígenas garantiza, “Los derechos colectivos…a existir libremente, a su identidad cultural, espiritualidad, a la libre determinación, autogobierno y territorialidad en el marco de la unidad del Estado.”
Igual que el referéndum revocatorio, no debemos apoyar la nueva constitución cómo un fin en si mismo sino que como una herramienta para organizar y movilizar los movimientos sociales y concientizarnos de la necesidad de derrumbar el capitalismo y crear una sociedad socialista.
La oposición no va aceptar su derrota democrática. Va a utilizar el apoyo que tiene en las ciudades de la media luna, sus grupos de choque semi-fascistas y su control económico para atacar a los movimientos sociales. Ahora, lo hará con más desesperación.
Después de ser ratificado en Santa Cruz, el prefecto Rúben Costas dio una lectura de guerra y división para llenar sus bases con odio y miedo y prepararles para una lucha dura. Caracterizó a Morales cómo un “dictador” y un “macaco” y al MAS como el “…más cruel de los terrorismos de Estado de los últimos tiempos”. También, anunció la profundización del proyecto autonómico ilegal (sedición), la elección de una Asamblea Legislativa Autonómica (también sedición), la creación de una policía departamental paralela a la nacional (sedición otra vez) y una agencia tributaria para controlar los recursos económicos (sedición una vez más) (La Opinión, 11 Agosto 2008). Los demás prefectos de la media luna dieron lecturas similares.
El 15 de Agosto, esta violencia se manifestó después de una manifestación dirigida por Costas y el Comité Cívico Pro Santa Cruz cuando miembros de la Union Juvenil Cruceñista atacó a la policía y los jefes policiales resultaron golpeados y heridos.
El 19 de Agosto, la derecha empezó a utilizar su control económico para hacer sufrir a las masas pobres por haber apoyado a Morales. La media luna inició paros y bloqueos exigiendo más dinero de la nacionalización de los hidrocarburos y, en un pequeño preestreno del futuro, hablaron de cortar el flujo de alimentos hacia el occidente.
Pero nosotros somos la gran mayoría y tenemos el derecho de crear una sociedad socialista si esto es lo que queremos. Frente a la sedición de los prefectos y los comités cívicos y a los ataques violentos de la Unión Juvenil Cruceñista, tenemos el derecho de arrestar, enjuiciar y encarcelar a todos los involucrados.
Aun más importante, cada vez que la derecha organiza una manifestación o acción, hay que responder con la fuerza de los movimientos sociales. Si la derecha ataca a nuestras manifestaciones, dirigentes, mercados y casas, tenemos que estar organizados, movilizados y listos de defendernos y responder sus golpes. Si no respondemos así, el fascismo y la derecha se expanden y se fortalecen. Pero, si estamos organizados y movilizados, los movimientos sociales somos más numerosos, más fuertes y capaces de vencer al fascismo.
Las masas están concientes de esto y, por eso, cuando Morales dio su lectura en La Paz después de ganar la revocatoria, gritaban “mano dura, mano dura” en referencia a la acción que debemos tomar en contra de la oposición. Lamentablemente, Morales respondió con un discurso de conciliación y unidad con la derecha. Dijo que, “…esa unidad se logrará juntando la nueva Constitución Política del Estado con los Estatutos Autonómicos” y declarando, “Aprovecho esta oportunidad para saludar y expresar nuestro respeto a los prefectos ratificados, respetaremos la legitimidad que tienen y quiero convocarlos a trabajar de manera conjunta. Cuando nos juntamos con las autoridades regionales fácilmente se pueden atender todas las demandas de los sectores y regiones del país” (Discurso de Evo Morales, 10 Agosto 2008, La Paz).
Los prefectos racistas que luchan por los intereses de los empresarios, latifundistas y transnacionales no merecen nuestro respeto. Alternativa Socialista Revolucionaria (ASR) lucha por la unidad de Bolivia, pero no es posible unir los intereses de los latifundistas, empresarios y transnacionales con los intereses del pueblo obrero, campesino, indígena y pobre. Dar esta imagen es falso y peligroso para los movimientos sociales.
Necesitamos Socialismo para Unir Bolivia, Cumplir con las Demandas del Pueblo y Acabar con la Derecha
ASR lucha por la unidad de clase, entre los obreros, campesinos, indígenas y pobres del occidente y los obreros, campesinos, indígenas y pobres de la media luna. Esto sólo es posible con organización revolucionaria y un programa socialista. Hasta ahora, los cambios de Morales y el MAS han sido progresistas pero muy moderados: la mayoría de las nacionalizaciones son renegociaciones con indemnizaciones de cientos de millones de dólares para las transnacionales, la erradicación del latifundio todavía no ha empezado (sólo han distribuido 500.000 hectáreas de la tierra ociosa de los latifundistas) y los programas sociales son una ayuda pero estan muy lejos de garantizar una vida digna a la mayoría pobre. En resumen, la derecha mantiene casi todo su control económico.
Esto es problemático por dos razones. Por un lado, la derecha puede utilizar su poder económico para atacar a la mayoría pobre y causar frustración y desilusión dentro de los movimientos sociales. Ya hemos visto esto con los paros y bloqueos de la derecha y la subida de los precios de alimentos. Por otro lado, la derecha puede utilizar su riqueza para dar concesiones a sectores particulares y causar divisiones. La propuesta de la media luna de aumentar el salario mínimo a 1,000 bolivianos junto con la autonomía muestra esto.
Para los trabajadores, un salario mínimo de 1.000 bolivianos es necesario y justo. Sin embargo, con un programa que permite a la derecha seguir aprovechándose de la mayoría de la riqueza, el MAS se queda impotente frente al populismo derechista. No tiene bastante dinero y sólo puede decir que los cambios “no son viables”.
Lo mismo con respecto a la demanda justa por un sistema de pensiones pagado por el Estado y que garantiza una jubilación a los 55 años, lo cual el MAS caracteriza como “no viable”. Sin encontrar la forma de responder al populismo de la derecha y cumplir con las demandas independientes y justas de los obreros, el MAS corre el riesgo de perder el apoyo de la clase obrera.
Para tener bastante riqueza para cumplir con las demandas justas de los trabajadores, campesinos, indígenas y pobres necesitamos controlar democráticamente nuestros recursos naturales, fuerzas productivas y la distribución de la riqueza. Así, podríamos planificar la economía y orientarla a la satisfacción de las necesidades del pueblo en vez de enfocarla en la ganancia para las élites y transnacionales. Estos son los cambios que necesitamos: cambios revolucionarios y socialistas.
Para realizar una revolución socialista no podemos estar contentos con sólo ganar la revocatoria y aprobar una nueva constitución. También, tenemos que estar preparados para una lucha en las calles en contra de la oposición derechista. Por eso, ASR llama a la creación de una Coordinadora de Defensa y Lucha para abrir un espacio de debate, de lucha y elegir representantes para organizar acciones en los sitios de trabajo, el campo, las comunidades indígenas, los barrios pobres y las universidades. Así, las bases de los movimientos sociales pueden dirigir la lucha de forma democrática y unir sus acciones a nivel local, departamental y nacional.
Ganamos el referéndum revocatorio. Pero la derecha no va a morir sólo porque han perdido su apoyo democrático. Para ganar la lucha, acabar con la oposición y resolver los problemas de pobreza y desigualdad, necesitamos utilizar nuestra victoria en el referéndum y la campaña por la NCPE para organizarnos en Coordinadoras de Defensa y Lucha, acabar con el capitalismo y crear una sociedad socialista controlada democráticamente por los obreros, campesinos, indígenas y pobres que son el conjunto del pueblo.
En lugares tradicionalmente aliados con el MAS—La Paz, Oruro y Potosí—Morales ganó más de 83% y en los departamentos supuestamente contestados—Cochabamba y Chuquisaca—el presidente recibió 70.90% y 53.88% respectivamente. Incluso en la media luna, Morales ganó 52.50% en Pando, 49.83% en Tarija, 43.71% en Beni y en el bastión de la oposición derechista, Santa Cruz, 40.75% votaron a favor de Evo.
El Voto “Si” a Morales: un Voto a Favor del Socialismo, en Contra de la Derecha
La victoria asombrosa no sólo es un mandato del pueblo a Morales. Refleja el deseo verdadero del pueblo por los cambios fundamentales que él pretende encabezar. Los campesinos, indígenas, trabajadores y pobres votaron “Si” porque apoyan la nacionalización completa de los hidrocarburos y quieren más nacionalizaciones. Votaron “Si” porque quieren erradicar el latifundio y distribuir la tierra a las comunidades indígenas y a los campesinos pobres. También, votaron “Si” porque quieren más programas, como el Juancito Pinto y la Renta Dignidad, para asegurar una vida digna a todos los niños, ancianos y pobres. Resumiendo, la gran mayoría voto “Si” porque quieren socialismo.
Ahora, los movimientos sociales tenemos el derecho y la responsabilidad de cumplir con la voluntad del pueblo, expandir y profundizar el proceso de cambio y convertirlo en una verdadera lucha revolucionaria por el socialismo.
Primero, debemos exigir un referéndum sobre la nueva constitución y movilizarnos para aprobarla. Aunque la nueva constitución no es socialista ni revolucionaria, responde a gran parte de las demandas de los movimientos sociales y tiene muchos aspectos socialistas y revolucionarios. Promete, “participación real y vigoroso del Estado y la sociedad en la economía” y “prohíbe y sanciona el latifundio.” También, garantiza “el derecho a la vida y a la integridad, a la alimentación, a la educación, a la salud y a un hábitat y vivienda adecuados” , “al trabajo digno y estable, con remuneración justa.” A los pueblos indígenas garantiza, “Los derechos colectivos…a existir libremente, a su identidad cultural, espiritualidad, a la libre determinación, autogobierno y territorialidad en el marco de la unidad del Estado.”
Igual que el referéndum revocatorio, no debemos apoyar la nueva constitución cómo un fin en si mismo sino que como una herramienta para organizar y movilizar los movimientos sociales y concientizarnos de la necesidad de derrumbar el capitalismo y crear una sociedad socialista.
La oposición no va aceptar su derrota democrática. Va a utilizar el apoyo que tiene en las ciudades de la media luna, sus grupos de choque semi-fascistas y su control económico para atacar a los movimientos sociales. Ahora, lo hará con más desesperación.
Después de ser ratificado en Santa Cruz, el prefecto Rúben Costas dio una lectura de guerra y división para llenar sus bases con odio y miedo y prepararles para una lucha dura. Caracterizó a Morales cómo un “dictador” y un “macaco” y al MAS como el “…más cruel de los terrorismos de Estado de los últimos tiempos”. También, anunció la profundización del proyecto autonómico ilegal (sedición), la elección de una Asamblea Legislativa Autonómica (también sedición), la creación de una policía departamental paralela a la nacional (sedición otra vez) y una agencia tributaria para controlar los recursos económicos (sedición una vez más) (La Opinión, 11 Agosto 2008). Los demás prefectos de la media luna dieron lecturas similares.
El 15 de Agosto, esta violencia se manifestó después de una manifestación dirigida por Costas y el Comité Cívico Pro Santa Cruz cuando miembros de la Union Juvenil Cruceñista atacó a la policía y los jefes policiales resultaron golpeados y heridos.
El 19 de Agosto, la derecha empezó a utilizar su control económico para hacer sufrir a las masas pobres por haber apoyado a Morales. La media luna inició paros y bloqueos exigiendo más dinero de la nacionalización de los hidrocarburos y, en un pequeño preestreno del futuro, hablaron de cortar el flujo de alimentos hacia el occidente.
Pero nosotros somos la gran mayoría y tenemos el derecho de crear una sociedad socialista si esto es lo que queremos. Frente a la sedición de los prefectos y los comités cívicos y a los ataques violentos de la Unión Juvenil Cruceñista, tenemos el derecho de arrestar, enjuiciar y encarcelar a todos los involucrados.
Aun más importante, cada vez que la derecha organiza una manifestación o acción, hay que responder con la fuerza de los movimientos sociales. Si la derecha ataca a nuestras manifestaciones, dirigentes, mercados y casas, tenemos que estar organizados, movilizados y listos de defendernos y responder sus golpes. Si no respondemos así, el fascismo y la derecha se expanden y se fortalecen. Pero, si estamos organizados y movilizados, los movimientos sociales somos más numerosos, más fuertes y capaces de vencer al fascismo.
Las masas están concientes de esto y, por eso, cuando Morales dio su lectura en La Paz después de ganar la revocatoria, gritaban “mano dura, mano dura” en referencia a la acción que debemos tomar en contra de la oposición. Lamentablemente, Morales respondió con un discurso de conciliación y unidad con la derecha. Dijo que, “…esa unidad se logrará juntando la nueva Constitución Política del Estado con los Estatutos Autonómicos” y declarando, “Aprovecho esta oportunidad para saludar y expresar nuestro respeto a los prefectos ratificados, respetaremos la legitimidad que tienen y quiero convocarlos a trabajar de manera conjunta. Cuando nos juntamos con las autoridades regionales fácilmente se pueden atender todas las demandas de los sectores y regiones del país” (Discurso de Evo Morales, 10 Agosto 2008, La Paz).
Los prefectos racistas que luchan por los intereses de los empresarios, latifundistas y transnacionales no merecen nuestro respeto. Alternativa Socialista Revolucionaria (ASR) lucha por la unidad de Bolivia, pero no es posible unir los intereses de los latifundistas, empresarios y transnacionales con los intereses del pueblo obrero, campesino, indígena y pobre. Dar esta imagen es falso y peligroso para los movimientos sociales.
Necesitamos Socialismo para Unir Bolivia, Cumplir con las Demandas del Pueblo y Acabar con la Derecha
ASR lucha por la unidad de clase, entre los obreros, campesinos, indígenas y pobres del occidente y los obreros, campesinos, indígenas y pobres de la media luna. Esto sólo es posible con organización revolucionaria y un programa socialista. Hasta ahora, los cambios de Morales y el MAS han sido progresistas pero muy moderados: la mayoría de las nacionalizaciones son renegociaciones con indemnizaciones de cientos de millones de dólares para las transnacionales, la erradicación del latifundio todavía no ha empezado (sólo han distribuido 500.000 hectáreas de la tierra ociosa de los latifundistas) y los programas sociales son una ayuda pero estan muy lejos de garantizar una vida digna a la mayoría pobre. En resumen, la derecha mantiene casi todo su control económico.
Esto es problemático por dos razones. Por un lado, la derecha puede utilizar su poder económico para atacar a la mayoría pobre y causar frustración y desilusión dentro de los movimientos sociales. Ya hemos visto esto con los paros y bloqueos de la derecha y la subida de los precios de alimentos. Por otro lado, la derecha puede utilizar su riqueza para dar concesiones a sectores particulares y causar divisiones. La propuesta de la media luna de aumentar el salario mínimo a 1,000 bolivianos junto con la autonomía muestra esto.
Para los trabajadores, un salario mínimo de 1.000 bolivianos es necesario y justo. Sin embargo, con un programa que permite a la derecha seguir aprovechándose de la mayoría de la riqueza, el MAS se queda impotente frente al populismo derechista. No tiene bastante dinero y sólo puede decir que los cambios “no son viables”.
Lo mismo con respecto a la demanda justa por un sistema de pensiones pagado por el Estado y que garantiza una jubilación a los 55 años, lo cual el MAS caracteriza como “no viable”. Sin encontrar la forma de responder al populismo de la derecha y cumplir con las demandas independientes y justas de los obreros, el MAS corre el riesgo de perder el apoyo de la clase obrera.
Para tener bastante riqueza para cumplir con las demandas justas de los trabajadores, campesinos, indígenas y pobres necesitamos controlar democráticamente nuestros recursos naturales, fuerzas productivas y la distribución de la riqueza. Así, podríamos planificar la economía y orientarla a la satisfacción de las necesidades del pueblo en vez de enfocarla en la ganancia para las élites y transnacionales. Estos son los cambios que necesitamos: cambios revolucionarios y socialistas.
Para realizar una revolución socialista no podemos estar contentos con sólo ganar la revocatoria y aprobar una nueva constitución. También, tenemos que estar preparados para una lucha en las calles en contra de la oposición derechista. Por eso, ASR llama a la creación de una Coordinadora de Defensa y Lucha para abrir un espacio de debate, de lucha y elegir representantes para organizar acciones en los sitios de trabajo, el campo, las comunidades indígenas, los barrios pobres y las universidades. Así, las bases de los movimientos sociales pueden dirigir la lucha de forma democrática y unir sus acciones a nivel local, departamental y nacional.
Ganamos el referéndum revocatorio. Pero la derecha no va a morir sólo porque han perdido su apoyo democrático. Para ganar la lucha, acabar con la oposición y resolver los problemas de pobreza y desigualdad, necesitamos utilizar nuestra victoria en el referéndum y la campaña por la NCPE para organizarnos en Coordinadoras de Defensa y Lucha, acabar con el capitalismo y crear una sociedad socialista controlada democráticamente por los obreros, campesinos, indígenas y pobres que son el conjunto del pueblo.
Alternativa Socialista Revolucionaria.
CIT Bolivia
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