Argentina - El Socialista Nº 104, periodico de Izquierda Socialista

Posted by Correo Semanal on jueves, junio 19, 2008

¡Los Kirchner son los responsables!
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Hay muchos temas que preocupan a la mayoría de la población. Los más importantes, sin dudas, son el aumento descarado de los precios, los bajos salarios, y la no solución al reclamo de los pequeños productores.
Esta cruda realidad, en vez de ser resuelta por el gobierno, pretende ser ocultada. Por eso, la política de Cristina y su esposo es mentir, culpando a otros, cuando ellos son los máximos responsables de lo que está ocurriendo. Veamos.

Inflación. Al contrario de lo que dice el gobierno, los aumentos de precios no se detienen. Para ocultarlos, se distorsionan cada vez más las verdaderas cifras. En las provincias, por ejemplo, las mediciones indican que los precios suben cuatro veces más que en Capital.
Ya se adelantó que la semana próxima, se anunciará un “nuevo índice”, que será aún menor al ya “retocado” por el INDEK. A contramano de lo que se vive en los hogares, se dirá que en los cinco primeros meses de 2008, hubo una inflación del 4%, cuando la real, supera el doble de lo publicado oficialmente.
El gobierno culpa a los productores agrarios por el aumento de los alimentos. Pero... ¿cómo explica que mientras les pagan 0,83 centavos el litro de leche, en los supermercados se vende a dos pesos? O que reciban por el kilo de pollo 0,40 centavos, mientras se ofrece a 6 pesos. Lo mismo con la carne: se la pagan 3,50 el kilo, y en el mostrador está a 15 ó 20 pesos.
Los responsables de la carestía de la vida son el gobierno y sus amigos, los grandes intermediarios y supermercados; los grandes monopolios que manejan los alimentos, como la Aceitera General Deheza, Cargill, los grandes molinos harineros y frigoríficos. Son ellos los que remarcan día a día. ¿Alguien escuchó algún anuncio oficial en su contra?

Salarios de pobreza. Al contrario de lo que dice el gobierno, la pobreza aumenta. Y una de sus causas son los bajos salarios. Según uno de los encuestadores, que muchas veces ha dado cifras favorables para los Kirchner, Artemio López, de la consultora Equis, “el trabajo en negro alcanza el 40%, con salarios de $750... Y para el 50% del universo formal privado, unos dos millones de trabajadores, los salarios apenas superan los $1500 mensuales”. (Crítica, 3-06). Javier Lidemboim, investigador de la Facultad de Ciencias Económicas y el Conicet, agrega sobre el trabajo no registrado, que “al comienzo de los setenta era del 10%; al empezar los ochenta, del 20%; al caer De la Rúa, del 40%, y ahora se ha vuelto a esos indicadores” (Idem, 1-06).
Muestra que, con el modelo actual, hasta los que tienen trabajo se están hundiendo en la pobreza.
El verso de la “redistribución de la riqueza” que recitan Cristina y Moyano, es cada vez más insostenible. Se “redistribuye”, pero para los de arriba.
Por ejemplo, el IVA, impuesto que pagan por igual ricos y pobres, es el que más recauda, con el 47% del total, mientras que por impuesto a las ganancias, sólo ingresa el 23%. En los países europeos, es al revés. El IVA es del 18%, y ganancias supera el 36%. En Canadá, los impuestos a la renta son el 48,5% de la recaudación, mientras que los impuestos al consumo representan sólo el 24% del total, al igual que en otros paises. Está claro que en la Argentina se sigue concentrando la riqueza en manos de unos pocos, mientras los que más tributan y sostienen el “crecimiento K”, son los sectores populares.

Conflicto con el campo. En su discurso en la reunión de la FAO, en Roma, Cristina criticó a los pooles de soja, pero acá, en el país, no toma ninguna medida para erradicarlos.
Esto es lo que explica que, en casi 90 días de paro agrario, el gobierno no ha aplicado ninguna política contra los intereses de los grandes burgueses y nuevos oligarcas del campo. Y sigue permitiendo que gran parte de las mejores tierras estén en manos de depredadores extranjeros, como el italiano Benetton, que tiene un millón de hectáreas.
¿Por qué no se les aumenta el impuesto a las ganancias, que es coparticipable, y se elimina el IVA de la canasta familiar? ¿Por qué no se reimplantan la Junta Nacional de Granos y Carnes, para controlar la comercialización y exportación de carnes, cereales y oleaginosas, medidas que impedirían las superganancias de los grandes empresarios como Roberto Urquía, senador por el gobierno y dueño de Aceitera General Deheza?
Las principales exportadoras de alimentos son yanquis. ¿Quiénes las defienden? La presidenta, y el embajador de Estados Unidos, Earl Anthony Wayne. Recientemente éste se reunió con el ministro Carlos Fernández, quienes se comprometieron a trabajar estrechamente en “interés mutuo” para salvaguardar las ganancias de Cargill (principal exportadora del país en 2007), ADM y Monsanto, la principal importadora del fertilizante clave, el glifosato (Clarín, 29/5/08).

Este es el verdadero “modelo” kirchnerista. Ricos cada vez más ricos, pobres cada vez más pobres. Un modelo de saqueo y entrega de las riquezas naturales, con bajos salarios e inflación. Ante el cual, ni Carrió, ni Macri, ni ningún dirigente de la “oposición” patronal, o de la llamada centroizquierda, presentan una alternativa distinta.
Contra este modelo hay que unificar las luchas en curso. En un país que dispone de amplios recursos naturales, tierras, y tecnología, para revertir esta situación de crecientes penurias sociales, se hace necesario implementar otro modelo, con cambios de fondo, que definitivamente corten el chorro del saqueo del petróleo, gas, productos de la agroindustria y la ganadería.
Otro modelo económico empezaría por aumentar salarios y jubilaciones al valor de la canasta familiar, rompiendo el techo salarial y traidor del 19% entre la CGTCTA, el gobierno y las patronales. Obligaría a las patronales a blanquear a todos sus trabajadores, bajo apercibimiento de nacionalizar sus empresas. Aplicaría retenciones diferenciadas y coparticipables al agro, imponiendo la reforma agraria, la nacionalización del comercio exterior y expropiando a los pooles de siembra y monopolios exportadores.
Necesitamos otro modelo económico que destine la plata del superávit y las reservas del Banco Central para solucionar los graves problemas sociales, no para pagar la deuda externa o subsidiar a las patronales. Para ello, Argentina debería suspender inmediatamente los pagos de esa deuda impagable, para destinar esos fondos a combatir la pobreza.
Hace falta un modelo que anule el proyecto del tren bala, para invertir ese dinero en un tren para todos, reestatizando todo el sistema ferroviario, al igual que todas las privatizadas. Así recuperaríamos el petróleo, los teléfonos, empresas de luz y de gas. Lo que podremos lograr, con la lucha mancomunada de trabajadores y pequeños productores del campo, y demás sectores populares.