Chile - El Trabajo Nº 178

Posted by Correo Semanal on miércoles, abril 30, 2008

El Trabajo
"Más vale una Hoja de Verdad que cien ‘Mercurios’ de Mentira
INICIATIVA POR EL PARTIDO DE LOS TRABAJADORES (PT) - N° 178
28 de abril de 2008.
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Compañeros: en este 1º de Mayo, como saludo a los Trabajadores en su día, hemos querido reproducir el artículo aparecido en el “Diario Ciudadano de Arica Parinacota” “El Morrocotudo”, escrito por Patricio Valdecchy, el 1º de mayo del 2007, y que expresa claramente el importante significado de esta fecha.
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1º de Mayo: "Fecha Mundial de los Trabajadores"

Los trabajadores comenzaron a entrar en ebullición en el siglo XIX. La Revolución Industrial había hecho nacer la moderna fábrica mecanizada, instaurando el trabajo en equipo, lo que transformó la economía individual en social. Sin embargo, el factor eje de la producción - el trabajo humano - fue relegado a un simple instrumento de explotación para producir más y a menor costo. Esto se tradujo en miserables condiciones de vida para los obreros, lo que primero los impulsó a rebeliones espontáneas y luego a organizarse para luchar por sus reivindicaciones, estos hechos representaron algo así como una "prehistoria del movimiento sindical moderno". Luego nace la Asociación Internacional de Trabajadores, o "Primera Internacional", fundada en Londres por federaciones obreras y cuya declaración de principios fue redactada por Carlos Marx. El hecho más significativo de esa época se sitúa en la revolución europea de 1848, el año más turbulento del siglo y que sirve como hito sobresaliente para caracterizar este período.En EEUU el día 1º de Mayo de 1886 para los trabajadores organizados la orden del día fue:
"¡A partir de hoy , ningún obrero debe trabajar más de ocho horas por día!
¡Ocho horas de trabajo!
¡Ocho horas de reposo!
¡Ocho horas de recreación!
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Simultáneamente se declararon 5 mil huelgas y 340 mil huelguistas dejaron las fábricas, para ganar las calles y allí vocear sus demandas. Los movimientos más importantes de declararon en Nueva York, en Pittsburgh, en Baltimore, eran los obreros fabricantes de pianos, los trabajadores de la construcción, los panaderos y cerveceros, los petroleros, tipógrafos, mecánicos, herreros y empleados de farmacias, algunos ganaron 10 horas con aumento de salarios. En Boston, Louisville, en Saint Louis y en Washington... En total, 125 mil obreros conquistaron la jornada de ocho horas el mismo 1º de mayo.
En Chicago, los sucesos tomaron un giro particularmente conflictivo. Los trabajadores de esa ciudad vivían en peores condiciones que los otros Estados. Muchos debían trabajar todavía 13 y 14 horas diarias; partían del trabajo a las cuatro de la mañana y regresaban a las 7 u 8 de la noche, o incluso más tarde, de manera que "jamás veían a sus mujeres y sus hijos a la luz del día". Muchos no tenían ni siquiera alojamiento.
No era extraño que en ese cuadro Chicago fuese el centro más activo de la agitación en los Estados Unidos y cuartel general del movimiento anarquista de América. Dos organizaciones dirigían la huelga por las ocho horas: la Asociación de Trabajadores y Artesanos y la Unión Obrera Central. El día 2 de Mayo el ambiente estaba caldeado, porque la policía había disuelto violentamente un mitin de 50 mil huelguistas en el centro de Chicago. Al otro día se hizo una nueva manifestación, una compañía de policías cayó sobre la muchedumbre desarmada y, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre ella. Nueve muertos y varias decenas de heridos fue el saldo de la acción brutal de la policía.
Esa misma noche Chicago fue puesto en estado de sitio, se estableció el toque de queda y la tropa ocupó militarmente los barrios obreros.
Los locales sindicales, los diarios y los domicilios de los dirigentes fueron allanados, salvajemente golpeados ellos y sus familiares, destruidas sus bibliotecas y enseres, y finalmente
falsamente acusados de ser ellos los que habían confeccionado, transportado hasta la plaza y arrojado una bomba que desencadenó la feroz matanza. Ninguno de los cargos pudo probarse jamás, pero el poder del capital, su prensa y su justicia aplicaron una sanción ejemplar a quienes dirigían la agitación por la jornada de ocho horas:
SPIES, PARSONS, FIELDEN, FISCHER, ENGEL, SCHWAB, LINGG Y NEEBE, pagaron
con sus vidas el poner un límite horario a la explotacióncapitalista; ellos son los MÁRTIRES DE CHICAGO.