Perú - Al maestro, con cariño

Posted by Correo Semanal on lunes, marzo 17, 2008

Enviado por miguel aragon perunuevo2020@yahoo.com.mx
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Por Nelson Manrique
La evaluación que se acaba de hacer a los maestros ha dado el desastroso resultado de que más del 95% de los más de 180 mil postulantes evaluados ha sido aplazado. Llegar a este resultado no añade gran cosa a la solución de los problemas de la educación en el Perú. Esta prueba no ha aportado nuevos elementos, más allá de ratificar que la gran mayoría de los maestros egresados de nuestro sistema educativo están lejos de la imagen del maestro ideal.
Se ha evaluado conocimientos, aunque la evaluación decisiva para un maestro debiera ser de desempeño. Hecha esta salvedad, esta prueba de conocimientos se ha mostrado inadecuada para la evaluación del universo de los postulantes reales. En una buena prueba, diseñada para un grupo humano específico, los resultados debieran distribuirse estadísticamente siguiendo el patrón de una curva normal: una pequeña cantidad de postulantes con muy elevada calificación en un extremo, una pequeña cantidad de aplazados con las peores notas en el otro, y la mayoría distribuida en el sector intermedio de la campana; aquellos que tienen una calificación que está en torno al promedio. Una prueba en la que apenas un 5% de los postulantes alcanza la nota aprobatoria no corresponde al universo de las personas reales a las cuales evalúa. Se ha apuntado a un candidato ideal, que no corresponde a nuestro universo real. Estos son nuestros maestros, y con ellos se tiene que trabajar, supliendo sus carencias y potenciando sus posibilidades.

¿Qué se ha conseguido, aparte de golpear aún más la ya maltratada autoestima de los maestros, y ponerlos en la picota frente a la opinión pública, como los culpables de una situación de la que ellos son las primeras víctimas? Todos los estudios a nivel mundial dicen que es imposible mejorar la enseñanza sin la participación protagónica de los maestros. Esta evaluación no es, por cierto, una manera positiva de motivarlos.
Si lo que se buscaba era un medio eficaz para escoger a los mejores maestros, seguimos donde estábamos anteriormente. Con la propuesta inicial del ministro Chang, de contratar a los egresados del tercio superior, un 28% de estos maestros –según los resultados de la reciente evaluación- estarían entre los desaprobados. Aparentemente lo que, finalmente, se va a hacer es contratar también a los aplazados, porque 27 mil 145 plazas han quedado sin ser cubiertas y los estudiantes esperan. Volvemos pues al punto de partida, pero en el camino se ha maltratado innecesariamente a mucha gente.
¿Qué hacer? A corto plazo, León Trahtemberg ha propuesto un "shock de capacitación", de carácter intensivo. Pero nada cambiará a largo plazo si no se dignifica la función docente, y eso empieza por salarios dignos. Ese es el camino.

Breve Comentario al Margen.-
Si en un examen en una aula de clases cualquiera, la mayoría de alumnos sale desaprobados, eso no significa una crisis de estudiantes, sino una crisis de maestros. Crisis que puede tener dos explicaciones: o el maestro es un mal maestro, que no ha enseñado bien a sus estudiantes; o el maestro evaluador no ha preparado seria y técnicamente el examen, al colocarlo a un nivel que no corresponde al nivel de lo enseñado por él mismo.

De manera similar, podemos analizar los resultados de la "Evaluacion Gubernamental de Maestros", situación en la cual hay que agregar además un tercer factor, que viene a ser el objetivo político del gobierno de turno.
1.- El "gran desaprobado" en la "Evaluación Gubernamental de Maestros" ha sido el Sistema de Educación Superior (que se imparte en universidades e institutos pedagógicos) que es el responsable de la formación de los maestros en el Perú. Y el sistema de Educación Superior forma parte del Estado Peruano, que no depende del SUTEP, ni de ninguna otra organización magisterial. Por eso, podemos concluir que el "gran desaprobado" en el último exámen ha sido el propio Estado Peruano. Y ya es tiempo que debemos tomar conciencia, que Estado que no tiene capacidad para formar maestros, es un estado caduco, que tiene que ser cambiado.
2.- El "gran incapaz", en el exámen que estamos comentando, ha sido el propio Ministerio de Educación, que ha preparado un exámen que no guarda relación ni corresponde al nivel de lo enseñado en el sistema de educación superior de maestros. Toda evaluación seria y técnicamente preparada debe corresponder y guardar relación con la formación de los estudiantes, en este caso con la formación recibida por los maestros evaluados.
3.- Pero, en este caso, y por las circunstancias, de ascendente lucha social, en que se ha dado el exámen, el tercer factor, ha desempeñado el papel más importante. El gobierno de turno ha tenido como objetivo humillar a los maestros peruanos. Como dice Nelson Manrique "golpear aún más la ya maltratada autoestima de los maestros, y ponerlos en la picota frente a la opinión pública, como los culpables de una situación de la que ellos son las primeras víctimas".

En primer lugar, humillar a los maestros peruanos, y en segundo lugar, romper la unidad de los maestros con el resto del pueblo, esos han sido los verdaderos objetivos políticos perpetrados por el gobierno de turno, como parte del plan preventivo en marcha para desarticular las luchas del pueblo.
Ni la renuncia del Ministro de Educación, ni la renuncia del presidente resuelven este grave problema que es la educación peruana, eso solo serviría para maquillar el actual sistema, creando la ilusión que los problemas se pueden resolver dentro del actual orden social. La lucha de los maestros y del pueblo en su conjunto, no debe reducirse al simple cambio de gobierno, sino que debe elevarse a la lucha por el cambio social, al cambio de sistema. La nueva educación que requiere el resurgimento del Perú vendrá con la instauración de un Estado nuevo, en el Perú nuevo. (Miguel Aragón, 17 de marzo de 2008)