LA ÚLTIMA MUERTE DEL CHE GUEVARA EN PARAGUAY

Posted by Correo Semanal on miércoles, marzo 19, 2008

por LUIS AGÜERO WAGNER

Una gran conmoción en los medios produjo con sus declaraciones una mujer condenada por secuestro en Paraguay, proclamando su adhesión a un ejército revolucionario popular de guerrilleros que estaría actuando al norte del país, en Concecpción, y que hace pocos días destruyó costosas maquinarias y depósitos de un colono brasileño en la localidad suburbana de Horqueta.
Se trata de Carmen Villalba, condenada a 18 años de cárcel por el secuestro de la esposa de un rico empresario, quien proclama adhesión al marxismo y es sospechada de contactos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Muchos compañeros de Carmen en el partido de izquierda radical Patria Libre hoy apoyan la candidatura del obispo Fernando Lugo, lo cual ha hecho blanco de críticas al movimiento del religioso-político. Carmen también se refirió a estos supuestos izquierdistas aglutinados en torno al obispo Fernando Lugo como una caterva de cobardes y pusilánimes, apreciación que sí es compartida por las grandes mayorías populares de la república. Nuestros exponentes locales, guevaristas de simulacro, más que el famoso lema marxisto-guerrillero “Patria o muerte ¡Venceremos!”, deberían adoptar el “Patria o muerte ¡Venderemos”, al estilo del sitio web “The Che Store” que acepta tarjetas de crédito VISA y ofrece todos los accesorios de vestuario para “tus necesidades revolucionarias”.

Decía Roberto Jacoby que un guerrillero no muere para que se lo cuelgue en la pared, admonición que no ha sido escuchada por ninguno de nuestros exponentes de la izquierda local. A cuarenta años de la relampagueante muerte física del mítico guerrillero argentino Ernesto Che Guevara, los falsos izquierdistas con apoyo mediático de la ultraderecha pro-imperialista y exponentes del clientelismo internacional con el cual el complejo IAF-NED-USAID mueve los hilos de las expresiones artísticas, políticas e intelectuales en Paraguay, ultimaron el cadalso para su muerte metafísica con su “Semana del Che”.
Sabemos que la cultura pop de la que somos consumidores viene arremetiendo contra el mensaje guevariano mucho antes que la marca de vodka Smirnoff, propiedad de una familia rusa zarista que debió huir a Estados Unidos con el advenimiento de la revolución de octubre, adoptó el famoso retrato de Korda a sugerencia de una agencia de publicidad inglesa. Pero los exponentes paraguayos de la izquierda regada con los dólares de George W. Bush han llevado las cosas e extremos verdaderamente insoportables.
Hoy, evidentemente, el mundo ha sido tan enjuagado por el marketing como para que una familia zarista –o beneficiarios de dólares de George W. Bush como los dirigentes de nuestro PMas– y el célebre guerrillero comunista, confluyan en un trago aguardentoso a modo de armisticio dialéctico. La leyenda del Che tiene muchos cultores que la asimilan más para conmover ocasionalmente relaciones interpersonales que para encender la lucha de clases, aunque unos pocos admiradores sinceros como Rodolfo Walsh, hayan tenido la integridad suficiente como para acusar la propia vergüenza de que Guevara haya muerto con tan pocos a su alrededor. Sin lugar a dudas nuestros héroes locales no se hubieran contado entre los leales en Valle Grande ni en La Higuera, incapaces como demostraron ser de la mínima entereza para rechazar los 127.000 dólares que George W. Bush, a través de la IAF, les facilitó para su activismo de “izquierdas”.

De pertenecer a la especie no se salvan los beneficiarios de USAID que militan en el movimiento Tekojoja, los filizzolistas a quienes bajo directivas del norte se les fue la mano con el arte abstracto expresionista en la vía pública durante su administración municipal, o los opinólogos seudo-izquierdistas que desde las páginas de la prensa maccartista cantan loas a los planes energéticos de W. Bush mientras nos presentan un mundo tiranizado sin lugar para el futuro, donde solo puede existir el consumo, aunque la mercancía a vender sea ocasionalmente el mismo CHE.
Las guerrillas comunistas en Paraguay durante la década de 1960 desataron grandes represiones, redadas policiales del aparato represivo que no solo afectaron a los posibles integrantes de las células del comunismo sino que también se extendió a los posibles colaboradores simpatizantes de los sectores más díscolos del Partido Colorado y del Partido Liberal en Caacupé. Se realizó una razzia policíaca que afectó a campesinos de todas las zonas, algunos pocos pasaron a La Técnica mientras la mayoría fueron amontonados en las alcaldías policiales de Santa Elena, Itacurubí, Piribebuy, Sapucai. El arroyo Cambay que cruza la ruta antes de llegar al pueblo de Santa Elena se convirtió en lugar de tortura por inmersión en sus heladas aguas. Un campesino llamado Juan Pedro Benítez murió a consecuencia de los maltratos en ese lugar. La represión se extendió a todos los cuadros del partido comunista, en su frente obrero y estudiantil. El FEDRE (Frente Estudiantil Democrático Revolucionario) liderado por Derlis Villagra vio caer su líder, mientras muchos otros eran sucesivamente torturados y enviados a realizar trabajo forzado en la cantera de Tacumbú desde su prisión de la Guardia de Seguridad.
Muchos de estos detenidos deambularon por las comisarías y centros de detención de la Capital durante años. Mientras estas cosas sucedían, en Moscú, los referentes comunistas paraguayos se pasaban dirimiendo antiguas diferencias de su eterna interna ente sus dos lídere históricos, Obdulio Barthe y Oscar Creydt, en medio de conferencias regadas de vodka y caviar, aprovechadas para confraternizar con los más altos ideólogos del PCUS. Qué cosas se trataron en dichas conferencias, las habrán de decir alguna vez con toda sinceridad los participantes de esas deliberaciones.

Otros movimientos no estuvieron exentos de negligencias paralelas. En una oportunidad un militante del movimiento guerrillero 14 de mayo, no resistió a la tentación de aparecer en los cables de la agencia noticiosa cubana "Prensa Latina" explicando los detalles de una incursión armada en territorio paraguayo desde la provincia argentina de Misiones. El problema es que lo hizo 24 horas antes de que ésta se produzca. Ya sabemos que los políticos y luchadores necesitan de la prensa para hacer conocer al público que están constantemente defendiendo causas nobles, aunque sean muy magros los resultados de su accionar, sobre todo porque la cobertura periodística no abarca todos los azimuts del espacio, y las buenas intenciones pareciera que no existen si no están los fotógrafos. No hace falta aclarar que se trataba de un personaje abocado a organizar la retaguardia, por lo que su cadáver no se contó entre los cuerpos sin vida de los integrantes de la columna masacrada al día siguiente, que fueron arrojados al río Paraná horriblemente mutilados.
Tanto éxito de la represión sería sospechoso si no conociéramos el grado de "peligrosidad" de nuestros "guerrilleros". Basta poner como ejemplo que la única acción exitosa y máxima hazaña de la OPM, el esfuerzo de lucha armada contra Stroessner más importante de los años 70', fue el robo del mimeógrafo del colegio Cristo Rey , incautado por los "guerrilleros" que a la sazón eran alumnos de dicha institución. Es común que se crea que el traidor es indispensable para que se produzca el fracaso del héroe, pero por lo general fracasan las propias carencias, la propia hipocresía, los propios errores y falencias. Ciro Bustos, artista que acompañó como guerrillero al CHE en su aventura boliviana y a quien muchos acusan de ser el gran traidor de la empresa, se ha defendido diciendo que la izquierda a veces confunde los roles con excesiva facilidad y cree aproximarse a la categoría de iglesia (las sectas luguistas lo confirman), instalándose allí con pretensiones hegemónicas, tanto que a veces también necesita del Judas alegórico, de carne y hueso, que justifique sus falencias y fracasos.

La situación se complica en nuestro caso, cuando el Judas se hace necesario para alcanzar el éxito. Adversarios ideológicos rechazan las ideas políticas de Guevara, pero con frecuencia comparten los valores que giran alrededor de su mito: revolución, coraje, solidaridad y sobre todo la coherencia. Me atrevo a decir que los admiradores de esta categoría son mejores que los otros, al reconocer que estar moralmente en lo correcto es, en última instancia, más importante que lograr una victoria. Algunas de las sectas que siguen al obispo Fernando Lugo, que hoy se proclaman furiosas guevaristas, han demostrado en los hechos estar dispuestas a renegar mil veces de lo moralmente correcto a cambio de alcanzar una victoria electoral que les permita acceder al zoquete.
La artista plástica Liliana Porter, cuyo sello son las ideologías y significados entrecruzados intencionalmente, llamó “Simulacro” a su obra donde un CHE de juguete orbita junto a Mickey y Donald, mientras el rockero argentino Moris lo asocia en una de sus letras con Drácula y King Kong. Dentro del mismo contexto, la semana del CHE organizada por la izquierda purista del PMas es otro ejemplo de cómo el cinismo y la fortuna de un ícono lo pueden empujar a la ficción, sin lograr resignar su lugar en la verdadera historia.
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Luis Agüero Wagner