Chile - Denuncian que salmoneras están afectando zona costera de Parque Nacional

Posted by Correo Semanal on miércoles, marzo 26, 2008

ONGs y pescadores han solicitado una moratoria a la entrega de concesiones y una fuerte fiscalización a las operaciones que ya están realizando diferentes compañías. Pero los recorridos que se han realizado por diferentes lugares de la Región de Aysén entregan malos resultados. En la foto aparece una de las playas destruidas por una empresa que fabrica anclajes para las jaulas salmoneras.
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Aysén, 24 de marzo de 2008. (Ecoceanos News)—

Empresarios de Turismo y pescadores artesanales de Aysén denunciaron esta semana que en sus recorridos por los alrededores del Parque Nacional Isla Magdalena descubrieron que empresas salmoneras ocupan en forma irregular terrenos de esta área protegida, donde han colocado infraestructura y basura de las jaulas de cultivo de salmón.

“Aparte de la basura acumulada en tierra hay redes, infraestructura de pasillos, bultos de mallas loberas, anclajes de cemento con cabos sueltos que constituyen un peligro para la navegación, además de desechos que cubren el fondo de las zonas costeras”, afirmaron a Ecoceanos News los denunciantes.

“Sabemos que algunas empresas aquí tienen permiso para producir 400 toneladas pero han cosechado más de 4 mil. Además tienen permiso para operar con tres o cuatro jaulas salmoneras pero tienen más de diez y están solicitando ampliarse hasta 20 jaulas”, denunció Fabián Teca, presidente Sindicato de Caleta Andrade y Secretario de la Asociación de Organizaciones de Pescadores artesanales de la Región de Aysén.

Teca reclamó que lo más grave es que estos centros solicitan esta ampliación solo con una simple Declaración de Impacto Ambiental, siendo que por que están afectando un Parque Nacional, deben presentar un Estudio de Impacto Ambiental.

Por esta razón la Asociación de pescadores solicitó formalmente a la CONAMA regional que rechace las solicitudes de ampliación de producción de centros salmoneros de las empresas Cultivos Marinos Chiloé y de la particular Lorena Vergara. Estos centros se ubican en las zonas de Canal Jacaf, Isla Gama y Zañartu, sector Aldunate, Estero Conche, y Punta Duncan, de la Región de Aysén.

Los pescadores afirman que los centros ubicados en Canal Jacaf, al norte de Isla Magalena, están en una zona que está “clasificada como de uso preferencial para el turismo y para la conservación, según el proceso de Zonificación Territorial y Zonificación del Uso del Borde Costero, que realizó el Estado entre 2001 y 2005”.

“En este proceso de Zonificación, el Canal Jacaf fue declarado zona de uso preferentemente de conservación y de turismo. En consecuencia los proyectos acuícolas que deben ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental deben hacerlo mediante un estudio y no con una mera declaración por afectar de manera permanente el paisaje”, afirman los pescadores.

Fabián Teca agregó que estas denuncias las realizaron a la CONAMA de la Región de Aysén, a la Policía de Investigaciones y a la Armada.Los empresarios de turismo, por su parte, acompañaron sus reclamos con videograbaciones y fotografía submarina de las zonas afectadas.

La Región de Aysén es la zona predilecta de los industriales del salmón para trasladar sus centros de cultivo desde la Región de Los Lagos donde la mayoría de las áreas están saturadas y además presentan numerosos problemas sanitarios y de perdida de calidad de las aguas.

Las organizaciones de medio ambiente y de pescadores han solicitado una moratoria a la entrega de concesiones y una fuerte fiscalización a las operaciones que ya están realizando diferentes empresas. Pero los recorridos que pescadores y empresarios de turismo han realizado por diferentes lugares de la Región entregan malos resultados.

En la zona de Punta Macetero, que es parte del Parque Nacional Isla Magdalena, se está instalando un centro de cultivo que ha dejado “grandes carretes de madera que se usan para enrollar los cables de acero. Algunos de estos están fondeados con amarras muy frágiles a un anclaje de cemento a unos 4 metros de profundidad. También hay otros 10 carretes de madera en la misma playa y otros con cable de acero todavía fondeados y una media docena de cabos flotantes que salen de los mismos muertos”, denuncian operadores de turismo.

Agregan que “estos pesados carretes constituyen un peligro mayor para la navegación ya que dado su enorme peso, los gruesos pernos de acero y su flotabilidad a ras de agua son capaces de arrancar una pata de motor y espejo de una embarcación menor o causar grave daño al sistema de propulsión de una nave mayor”.

“Dichos carretes son prácticamente invisibles incluso de día y la precariedad de las amarras descritas y los que están en la playa los hacen muy susceptibles de salir flotando en un episodio de mal tiempo o incluso con la marea alta”.