Desastres del Capitalismo

Posted by Correo Semanal on martes, febrero 05, 2008

Enviado por jose maria mancuso lahojademancuso.grupos@gmail.com
LA HOJA de mancuso 4-2-08


Ilusión y desastre

La explotación de los recursos naturales del planeta genera ilusión y desastre, sin importar el lugar donde se desarrollen; no es la forma, sino el fondo de esas explotaciones, lo que genera el desastre siguiente a la ilusión inicial.
Todas las grandes explotaciones mineras,se inician con el discurso mentiroso de siempre: empleo, mejoramiento del nivel de vida, aporte para el país, conservación del medio ambiente. Logrado el objetivo inicial que es el de comenzar los trabajos, se ve, al poco tiempo, que las fuentes de trabajo son ocupadas por extranjeros, son pocas o mal remuneradas y las consecuencias las pagan todos: contaminación ambiental, enfermedades que solventan los municipios, degradación del suelo, falta de agua, modificación de las costumbres, corrupción, prostitución, delincuencia.
En fin, que para darle beneficio a unas pocas empresas extranjeras, las sociedades locales, pierden en nivel de vida y habitat. Esto sucede en América, África o Europa, impulsadas por los aumentos en el precio de los metales, las mineradoras están llevando a cabo un avance en todo el mundo, dejando a las poblaciones (los que quedan) en condiciones de precariedad y abandono.

Europa insólita

Los gobiernos europeos, que tan importante se creen, como para rechazar y marginar a los inmigrantes, están autorizando una barbaridad jurídica, que hará historia.Se trata de la la directiva Bolkenstein, la que autoriza a las empresas que contraten inmigrantes en la Comunidad Europea, a pagarles los sueldos de sus países de origen.

Es decir que si contratan en Rumania y los llevan a trabajar a Suecia, les pueden pagar los sueldos de Rumania; y ya lo están haciendo, pese a la resistencia que eso genera.
Los sueldos de Rumania, son el 5% de los que se pagan en Suecia, pero los genios de Europa no resolvieron como un trabajador puede vivir en Suecia, cobrando el 5 % del salario local:
¡¡Solo robando o prostituyendo a los hijos!!