Dólar cayó a sus niveles más bajos

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El dólar, antes poderoso, ha ido perdiendo terreno paulatinamente hasta caer a sus menores niveles históricos en comparación con el euro, el dólar canadiense y otras divisas extranjeras.

En un análisis sobre el fenómeno, la agencia Associated Press indica que el dólar viene declinando en valor desde principios de 2002. En ese período cayó casi un 25 por ciento en relación con un grupo de divisas importantes, según un índice que mantiene la Reserva Federal de EEUU (banco central). El problema es que la declinación se ha acelerado fuertemente desde fines del verano de 2007.

La crisis crediticia que hizo tremendo impacto en agosto pasado ahuyentó a los inversionistas, haciendo que retirasen algunas de sus inversiones en mercados estadounidenses para colocarlas en otros países. Eso significa que se redujo la demanda de dólares y la divisa perdió valor.

El análisis agrega que la Reserva Federal contribuyó a la declinación cuando el 18 de septiembre decidió reducir una tasa de interés clave en medio punto, un margen mayor a lo anticipado. El banco quería bajar las tasas de interés para impulsar la economía e impedir una recesión.

Pero la medida también hizo que algunos inversionistas trasladaran sus valores a otros países con tasas de interés mayores. Además, la dinámica de la oferta y la demanda significa que si menos personas desean los dólares, el valor de la divisa decaerá.

Sobre los efectos, la baja ha significado que los consumidores estadounidenses enfrentan mayores precios para los productos importados. El precio del petróleo importado, por ejemplo, se ha catapultado hasta llegar a los 100 dólares.

Los fabricantes estadounidenses son actualmente los únicos beneficiados con la caída del dólar pues disfrutan de un aumento en las ventas de exportación a niveles récord ya que el dólar más flojo abarata sus productos y por lo tanto los hace más competitivos en el exterior. El aumento de las exportaciones contribuye a mitigar el impacto económico de la apreciable contracción del mercado de la vivienda, lo que añade casi un uno por ciento al crecimiento en el trimestre más reciente. Sin el auge de exportación, muchos economistas creen que EEUU correría mucho mayor peligro de sumirse en una recesión con los impactos combinados de la contracción de la vivienda, la crisis crediticia y los crecientes costos de los combustibles.