Chile: Trabajadores fiscales; La firma del acuerdo gobierno - Martínez

Trabajadores fiscales:
Parlamento aprueba el reajuste salarial de 6,9% y se fractura la mesa del sector público

Eduardo Olivares y Karin Niklander
Los municipios se quejan porque esta negociación incluye cambios en las remuneraciones de sus funcionarios.Pese a los públicos llamados a la unidad, dirigentes de la Anef dijeron que le "pasarán la cuenta" a Arturo Martínez.

Eduardo Olivares y Karin NiklanderTras el reajuste vino el conflicto en los gremios públicos. Como uno de los 14 gremios que estaba sentado a la mesa de negociaciones con el Gobierno, la Agrupación de Empleados Fiscales (Anef) no apoyó la última oferta ese día, pero se encontró con que a las 21 horas el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y coordinador del sector público, Arturo Martínez, firmó el pacto.

Ayer, en una larga jornada en la Cámara de Diputados, luego en el Senado (donde se rechazó el artículo 36 del proyecto, que faculta al Presidente de la República para definir contratos en determinados servicios públicos) y luego en tercer trámite nuevamente en la Cámara, y con protestas de dirigentes en las tribunas, se aprobó el proyecto de ley (finalmente con el artículo 36 incluido) que reajusta los salarios de los funcionarios públicos en 6,9% nominal desde el 1 de diciembre.El presidente de la Asociación de Municipalidades, Rabindranath Quinteros, dijo que no podrán pagar. "Denunciamos la irresponsabilidad de Hacienda, que se compromete a engrosar sueldos con la plata de otros", dijo, consignó Orbe. "A nosotros ni siquiera se nos invita a la mesa de negociación. Al final, terminamos pagando la entrada a una fiesta a la que ni siquiera podemos ir", añadió.

En tanto, eran evidentes durante la tarde del miércoles los esfuerzos que hacía Martínez por conciliar las posiciones.El dirigente no tenía un escenario fácil: debía hallar un equilibrio entre las peticiones de gremios más grandes (Anef), con aquellos más chicos. Si para los primeros el reajuste mismo es importante, porque lo aplican sobre rentas promedio más altas que el resto del aparato público, para otros lo más gravitante son los bonos, que a veces les permiten ganar un decimotercer sueldo.La mesa había acordado que, junto con el reajuste y los bonos habituales (ver cuadro), se exigiría una asignación permanente de vacaciones. Así, en la práctica, lograrían un reajuste mayor.

El Gobierno fue inflexible: el bono de "compensación" -por la alta inflación de 2007-, se daría una sola vez. Quedó en dos cuotas de $60 mil cada una, en diciembre y enero.Se aprobó una indicación del diputado Pablo Lorenzini (DC), que elimina ese beneficio a ministros, jefes de servicio y parlamentarios, entre otros.

Si bien todos los gremios exigían que ese bono fuese permanente, y fue el motivo por el cual a las 19 horas del miércoles no había acuerdo con el Gobierno, las posiciones cambiaron. En parte, porque si la mesa no aceptaba la propuesta del Ejecutivo, éste partiría al Congreso con menores beneficios.Soberbios y tozudosLas representantes de los funcionarios municipales (Asemuch) calificaron como "soberbios" y "tozudos" a otros gremios. Otros grupos, como los de la Junji (Ajunji), también votaron porque se sellara el acuerdo.

Martínez supo que había entidades favorables al acuerdo. La mayor parte de la mesa -sin la Anef- lo mandató con poderes de negociación totales en la noche del miércoles y se firmó el acuerdo. El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, reconoció a Martínez como el coordinador del sector, y el titular del Trabajo, Osvaldo Andrade, dijo que las situaciones "poco claras" deben resolverlas los gremios.Oficialmente, el presidente de la Anef, Raúl de la Puente, negó el quiebre, privilegió la unidad y apoyó al titular de la CUT, aunque reinvidicó el derecho a seguir con el paro del jueves. Pero, en una reunión ampliada de la Anef ayer, las críticas a Martínez fueron crudas e incluso algunos dirigentes aseguraron que le "pasarían la cuenta" en los comicios de la CUT del 2008.De la Puente agregó anoche que el 6,9% de reajuste no es algo nuevo, que sólo les permitirá recuperar poder adquisitivo (por la alta inflación), y que por eso los bonos eran importantes.

Las paralizaciones de los servicios públicos fueron contundentes. El lunes, miércoles y jueves la adhesión fue elevada. Según la Inspección del Trabajo, las huelgas son ilegales en el sector público, pero queda a criterio de cada jefe de repartición la aplicación de sanciones.Más bonosEl paquete considera un bono por término de negociación de $160 mil para sueldos menores a $435 mil, y de $90 mil para los superiores hasta $1.461.964. El aguinaldo de Navidad quedó en $32.429 y $17.206 en cada caso; Fiestas Patrias: $42.549 y $29.638; Escolaridad: $41.926 y $17.536.

Ricardo ParedesUniversidad Católica

"La cifra parece razonable, toda vez que un reajuste real del orden de 2% en un año no es excesivo a la luz de lo que han sido los aumentos de productividad total de factores en Chile en las últimas décadas y, por ende, no debiera comprometer ni metas de inflación ni aumentos de empleo. No obstante, una vez más estamos generando una mala señal con la institucionalidad. Se han generado negociaciones agregadas que impiden ajustes subsectoriales, absolutamente necesarios, y que se esconden a través de promedios. Debiéramos reconocer la necesidad de que los distintos actores del sector público negocien, como se hace en el sector privado".

Pablo CorreaSantander Investment"

El Gobierno fue muy audaz en su jugada, pues, en la práctica, se les terminó dando a los funcionarios públicos un reajuste real del 2%, considerando que la inflación promedio del 2008 -pues lo que importa es el promedio y no el dato a diciembre- estará en torno del 5%. Entonces, el 2% viene a recoger la productividad del sector, lo que parece bastante razonable. Si el reajuste del sector público hubiese sido mayor, el Gobierno hubiese puesto al Banco Central en una situación incómoda".

Joseph RamosUniversidad de Chile

"Mientras más bajo el reajuste, menor el riesgo de entrar en una espiral inflacionaria. Por otra parte, como el crecimiento del gasto público está determinado por la regla de superávit estructural, la demanda agregada no varía un ápice por dar más o menos en remuneraciones y menos o más en otras cosas. El peligro es sólo en la medida que el alza del salario público presionara salarios privados al alza, pero éstos hasta septiembre eran del orden de 8% (nominal), lo que hace pensar que el reajuste público de 6,9% no ha de ser un referente acelerador de la tendencia que ya se daba".