Paraguay: Tortura y asesinato del compañero Antonio Almada
Asunción 14 de junio 2007
Secretaría de Relaciones Internacionales
Partido Convergencia Popular Socialista (PCPS)
Antonio ingresó a los 15 años a militar en el Movimiento Campesino Paraguayo (MCP). Sus buenos antecedentes como estudiante lo convirtieron en secretario de actas casi permanente. El recorría los asentamientos, tomaba notas que luego redactaba y leía en las reuniones. Después volvía a escribir, retornaba a los asentamientos yhacia lo mismo. Un callado y eficiente militante que ganó la simpatía de todos quienes lo conocieron.
Años después ingresó al Partido Convergencia Popular Socialista (PCPS) organizando a las bases del interior como siempre lo hizo. El 26 de mayo por la noche fueron a buscarlo a su domicilio y bajo engaños fue llevado a una emboscada, fue torturado por bestias hasta matarlo. Su cuerpo fue encontrado a 1000 metros de su domicilio, al costado de la Ruta 10. El asistente fiscal que acudió al lugar dictaminó como causa de la muerte un supuesto accidente de tránsito.
Sus familiares denunciaron que su cuerpo estaba lleno de golpes, tenía las uñas arrancadas, los genitales reventados y un orificio de bala en el cuello. Vecinos comentaron que escucharon gritos esa noche en una casa abandonada cercana, donde se encontraron restos de sangre y de uñas.
Este nuevo asesinato de un dirigente campesino fue denunciado ante la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores para que lo investigue porque la actuación fiscal y policial no tienen ninguna seriedadAntonio Almada (25), vivía en el asentamiento Meno Kue del distrito de Jasy Cañy en el departamento de Canindeyú.Un nuevo martir de la lucha en Paraguay. Su voz fue acallada pero su ejemplo de vida es una luz que alumbra el camino a cientos, miles deluchadores y luchadoras que no soltarán la bandera que Antonio dejó.
PARAGUAY, LA PESADILLA CONTINUA. Por Luis Agüero Wagner
(http://itaiputecidos.zoomblog.com)
En un país donde una corriente política puede organizar por más de medio siglo sangrientas persecuciones en contra de la izquierda y después terminar autoproclamándose "socialista", está claro como el agua destilada que el doble discurso puede ser llevado a niveles de lo más insólitos. Y si mentimos, que lo diga Nicanor Duarte Frutos, quien se presentó ante la mandataria chilena Michelle Bachelet como un "perseguido por la dictadura" siendo hijo de un policía al servicio de Stroessner. Es decir, estamos ante la innegable existencia de luchadores y "luchadores".
Tales inmoralidades no son, la verdad sea dicha, patrimonio exclusivo del partido oficialista, sino que es un vicio ampliamente extendido entre opositores e incluso entre los inmaculados referentes morales de la "lucha" contra Stroessner. Esto es fácilmente verificable haciendo un seguimiento a nuestra presupuestada Comisión de "Verdad y Justicia", cuya verdad se parece bastante a la que describe cierta prensa paraguaya, y su justicia demasiado a la que se imparte desde su sede de Sajonia. Tanto la difusión de documentos comprometedores como la selección de los querellados, queda librado al arbitrio de los expertos autorizados, que se cuidan muy bien de mencionar antecedentes de algunos miembros del círculo áulico de "grandes luchadores", adjudicatarios de zoquetes, prebendas e incluso tierras malhabidas. Basta contabilizar todas las omisiones de la nota emitida el 7 de Noviembre de 2005, donde solo se mencionan 60 selectos casos de la represión dictatorial, omitiendo 7.940 reveladoras fichas de detenidos obrantes en los "Archivos del Terror".
Es bien sabido que para los investigadores autorizados y la patria periodística no cuentan la opinión del mismo Partido Comunista Paraguayo ni de la MCNOC si el acusado de informante al servicio de la represión es Víctor Báez Mosqueira, cuyos invalorables servicios a la patronal de la prensa permanecen en el más oscuro misterio.
Y ya que nos referimos a héroes populares, otro de los grandes "luchadores" contra Stroessner, el Sr. Nils Candia Gini, no parece haberse conformado con haber degradado al febrerismo hasta niveles inauditos con su escandalosa, inmoral y errática conducta. Por mencionar al azar una de sus últimas hazañas, el 8 de marzo se apersonó en el despacho del tenebroso represor de la dictadura "Mochito" Morales para expresarle "la confianza" del febrerismo. Mensaje que, obviamente, tiene mucho más que ver con los 140 millones de subsidio electoral al PRF que pretende cobrar en forma irregular que con la catadura moral del siniestro presidente de la deplorable Justicia Electoral.
No constituye desde luego esta conducta una sorpresa, viniendo de un integrante del grupo que hasta fue capaz de vender la primera candidatura a diputado de su partido al gran "luchador" de Clínicas Silvio Ferreira, por la módica suma de 200 millones de guaraníes.
La activista por los Derechos Humanos Gloria Estragó fue detenida el 10 de Diciembre de 1975 cuando militaba en el Partido Comunista. Permaneció detenida en total 13 meses, la mayor parte de este tiempo en el campo de concentración de Emboscada, donde sufrió apremios físicos y sicológicos.
Años más tarde Gloria testimonió que uno de los grandes "luchadores", Diego Abente Brun, había sido el delator responsable de su detención y torturas, así como de un sinnúmero de compañeros de militancia, algunos de los cuales acabaron muertos, detenidos, torturados o perdieron sus familias, trabajos y bienes. Lo peor fue que Diego Abente no se limitó a la delación, también se convirtió en activo colaborador durante las macabras sesiones de tortura en el Departamento de Investigaciones.
Lo más frustrante fue que al cabo de algunos años, al regresar de Estados Unidos, el delator y ayudante de tortura fue premiado con los máximos honores, ya que fue Senador de la Nación y luego influyente miembro del poder Ejecutivo. Los adulones de la patria periodística prestaron su silencio cómplice al poder de turno, negándose a ceder a Gloria el más mínimo espacio para sus testimonios, con el beneplácito de los consagrados "grandes luchadores", únicos autorizados a proveer las credenciales correspondientes.
Era lo que cabría esperar de farsantes que lo único que hicieron durante la transición fue lucrar con las dádivas del mayor narcotraficante de la historia del país, de un testaferro del hijo del dictador y del vástago de uno de sus principales ministros, en ese orden.